Agricultura

agriculturaLa agricultura comienza durante el Holoceno cuando la civilización pasa de ser nómada a ser sedentaria; durante la Edad del Bronce el homo sapiens deja la caza como principal actividad y la realiza más selectivamente, a la vez que domestica algunos tipos de animales y cultiva plantas útiles para su subsistencia. Esto lo llevó a establecerse y así se expandieron las culturas poblacionales. Con la mejora del clima se originó la posibilidad de sustentación sin trasladarse de un lugar a otro y la población aumentó notablemente. Las tribus nómadas prehistóricas devienen en pocos cientos de años en las comunidades neolíticas.

Pero para hablar de una agricultura organizada, con monocultivo a gran escala, laboreo de las tierras y sistema de riego sistematizado recién podemos mencionar a los sumerios, a quienes se les confiere el título de “creadores de la agricultura”. Todo el trabajo se realizaba manualmente con gran esfuerzo, como el desmalezamiento de los terrenos, el carpido de la tierra, los hoyos para ubicar las semillas que no eran sembradas por el método de voleo, el riego, las tareas de mantenimiento y la posterior cosecha.

La invención del arado fue un paso importantísimo para la humanidad y el uso de animales de tiro aligeró el trabajo del hombre. Los cultivos ya no dependieron de las lluvias estacionales porque se instalaron medios de irrigación, aparecieron las reservas de agua, las norias y los pozos para extraerla del subsuelo, los molinos y otras primitivas máquinas similares.

La evolución dio paso al sistema de rotación de los cultivos cuando el ser humano se percató de que las tierras se agotaban al sembrar año tras año lo mismo. Y la selección de las semillas, la mecanización de la labranza, de la siembra y de la posterior cosecha nos llevan hasta la actualidad. La agricultura es hoy en día un sector preeminente de la economía mundial.

A pesar de los avances tecnológicos son muchos los países que mantienen el sistema tradicional de cultivo, sobre todo China e India donde gran parte de la población está abocada a esa tarea. Prácticamente se podría hablar de un tercio de la misma pues las otras dos terceras partes se distribuyen entre el sector industrial y de servicios.

Toda la humanidad depende de la agricultura para su supervivencia, pues aunque se hable de productos elaborados industrialmente los básicos para producirlos vienen de los campos de sembradío. Y la agricultura recibe a su vez aportes de la industria en cuanto a fertilizantes y pesticidas.

El consumo de vegetales para ingesta se incrementa a pasos agigantados al ser cada vez mayor el número de habitantes en el planeta y es así cómo se estudia en las universidades y grandes laboratorios la manera de obtener variedades de cereales que permitan varias cosechas anuales o que den un mejor rinde por planta, también se investiga cómo fabricar herbicidas más potentes pues la calidad de la cosecha baja mucho si las malas hierbas consumen las nutrientes del suelo.

Toda una “revolución verde” se generó a raíz de tener que alimentar a una humanidad en expansión constante y, como contrapartida, muchas son las personas que hacen hincapié en que tanta tecnología es perjudicial tanto para los vegetales como para sus consumidores finales e intentan revertir el proceso para volver a una agricultura a la antigua, orgánica y ecológica.

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