Cabello de ángel

Se conoce comúnmente como “Cabello de ángel” al árbol de bajo porte (rara vez sobrepasa los seis metros de altura, con un diámetro troncal de no más de treinta centímetros) denominado científicamente Calliandra calothyrsus; es originario de Centro y Suramérica (donde lo hallamos en laderas escarpadas a altitudes que van de trecientos a mil quinientos metros) y forma parte de la familia Fabaceae (Mimosaceae).

Es una especie de clima tropical húmedo pero se adapta a diferentes tipos de suelos, ya sean volcánicos, metamórficos, arcilloso-arenosos, franco-arenosos, aluviales y hasta pedregosos. Su sistema radicular es profundo y extenso a la vez y cuenta con nódulos fijadores de nitrógeno (Micorrizas). Consume mucho agua y nutrientes por lo que conviene mantenerlo alejado de zonas de cultivo.

Su tronco es corto y lo recubre una corteza oscura. El follaje es denso; posee hojas pecioladas bipinnadas, de disposición alterna, compuestas por entre nueve y quince pares de pinnas con hasta sesenta pares de folíolos de color verde oscuro y forma de linear a oblonga. Se comporta como deciduo o perennifolio según las precipitaciones sean escasas o abundantes. Tolera el frío pero no las heladas.

Sus pequeñas flores hermafroditas se reúnen en inflorescencias de tipo umbela agrupadas a su vez en alargadas panículas erguidas, las caracterizan sus largos y numerosos estambres rojizos que parecen formar una cabellera, de lo cual toma su nombre popular. Los frutos son legumbres delgadas de alrededor de diez centímetros de largo que contienen entre tres y quince semillas. Alcanzan la madurez a los dos meses de haberse producido la fecundación.

Se lo reproduce rápidamente mediante semillas, le cuesta un poco el crecimiento durante el primer año de vida pero luego la situación se revierte una vez que comienzan a infectarlo las micorrizas; es útil para reforestar y para estabilizar suelos, también provee de buen forraje para el ganado y leña.

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