Recibe el nombre de Verruguera, Calta, Centella o Caltha palustris, una planta hemicriptófita acuática herbácea perenne originaria de Europa, perteneciente a la familia Ranunculaceae; se la halla en estado silvestre desde el nivel del mar hasta los mil ochocientos metros de altitud, siempre a la orilla de los arroyos, fuentes y corrientes de agua. No es una planta que demande mayores cuidados. Como prefiere lugares muy húmedos se la puede ubicar en los jardines bordeando estanques o bien dentro de ellos, si no son muy profundos (entre 15 y 20 centímetros). Puede estar ubicada al sol o a mediasombra, pero prefiere esta última.

Se reproduce mediante semillas o por división de los macollos. Sus tallos son huecos pero erguidos, de color púrpura, pueden llegar a medir unos treinta centímetros. Prefiere suelos ligeramente ácidos y no le agradan los fertilizantes.

Tiene grandes hojas basales (el limbo mide de cuatro a diez centímetros) que son simples, redondeadas, con bordes crenados (a veces dentados), de color verde brillante y oscuro, sostenidas por largos pecíolos de cerca de diez centímetros; hojas caulinares medias con pecíolos de no más de tres centímetros y hojas superiores sésiles con el limbo que puede ser tanto arriñonado como triangular.

Sus flores amarillas se reúnen en inflorescencias terminales del tipo corimbo y cada año, para Primavera, la planta se llena de ellas; los que semejan la corola de las mismas son en realidad cinco sépalos modificados, también amarillos, de forma romboidal; tiene varios estambres y un gineceo con carpelos soldados por su parte inferior. El fruto es pluricarpelar y contiene numerosas semillas oscuras.

Se le reconocen propiedades antiespasmódicas y se la emplea también para tratar las verrugas, pero con precaución porque irrita la piel; la decocción de la raíz se utiliza como expectorante durante los catarros; nunca debe consumirse cruda en grandes cantidades pues toda la planta es tóxica.