Tan importante como escoger las flores con las que se va a realizar un arreglo es elegir el recipiente que se va a emplear. Los hay de todas formas, materiales y tamaños; además, por ser ésta una tarea artesanal, pueden emplearse diversos objetos a los que originariamente se les haya dado otro uso, como ser regaderas, tazas, copas y un sinfín de cosas más.

Entre los más seleccionados para esta actividad tenemos a los jarrones, tanto de vidrio como cerámicos, de diferentes tamaños y con bocas de distinta apertura; cajas varias, las que deberán ser impermeabilizadas previamente; cestas de mimbre o de plástico, con asa alta en el medio o asas pequeñas a los lados; latas metálicas pintadas con esmalte sintético que las proteja de la humedad; tazas y tazones esmaltados o enlozados, decorados o no; jarras de vidrio con asas y botellas del mismo material; fuentes y bandejas metálicas o de material cerámico, el límite sólo lo fijará la imaginación de cada uno.

Para arreglos rústicos o de naturaleza viva pueden utilizarse calabazas ahuecadas o melones (que tallados pueden adquirir la forma de pequeñas cestas), como centros de mesa quedan muy bien. Para el tallado habrá que tener a mano siempre algunas herramientas, tales como un cuchillo bien afilado, un tazón o un bol que servirá para ayudarnos a mantener la forma de la fruta elegida mientras procedemos a tallarla, una cuchara para dar una terminación fina por dentro, espuma floral para la fijación de las flores y cintas de varios anchos o cualquier otro aditamento que ayude al embellecimiento de la composición una vez culminada.

Si la fruta elegida no estuviera pareja en la parte de la base, donde irá apoyada, hacerle un corte de nivelación. Ahuecar con ayuda de la cuchara. Tanto la calabaza como el melón permiten que sus cáscaras puedan ser dibujadas, entonces procederemos a delinear la forma que deseamos darle. Sólo resta con el cuchillo de hoja afilada proceder al tallado. Introducir la espuma floral previamente humedecida e ir insertando los tallos y hojas de la manera habitual. Si se desea algo de menor tamaño pueden emplearse frutas cítricas, tales como pomelos o naranjas.