Carapa guianensis

Carapa guianensis

Recibe el nombre científico de Carapa guianensis un árbol de gran porte (llega a medir más de cuarenta metros), conocido vulgarmente como Andiroba, perteneciente a la familia Meliaceae, originario de la zona tropical húmeda de América del Sur y Central, se lo halla entre el nivel del mar y los mil quinientos metros. Tiene densa copa y un grueso tronco que ronda el metro de diámetro, la corteza es escamosa, apenas estriada y de color castaño-grisáceo. Sirve como refugio a varias especies de aves porque les proporciona un espacio confortable para establecer sus nidos y suficiente alimento.

Posée grandes hojas compuestas  por hasta diez pares de limbos de aspecto coriáceo, forma oblonga, acuminados y de borde entero, de color verde intenso en la cara superior y de un verde más claro y sin brillo en la inferior. Sus flores subsésiles, con la corola compuesta por cuatro pétalos blancos o de color crema, son unisexuadas, se reúnen en inflorescencias terminales racimosas que pueden llegar a medir más de medio metro de largo.

Los frutos son cápsulas globosas dehiscentes de alrededor de diez centímetros,  se los cosecha con fines comerciales (como son de considerable tamaño se los recolecta directamente del suelo cuando caen, de preferencia estando aún húmedos pues tienden  a desecarse rápidamente), de ellos se extrae un aceite  amargo  que se emplea en la fabricación de jabones, velas y repelente de insectos. Su madera se emplea tanto en la construcción de viviendas y embarcaciones como en la fabricación de lápices; las ramas (de bastante grosor, forma arqueada y ascendentes) son aprovechadas como leña y de la corteza se extraen taninos para la industria del curtido de pieles.

Se reproduce mediante semillas (hay cuatro en cada fruto) que germinan en dos semanas, son grandes y angulosas, con un recubrimiento amarronado muy duro; comúnmente tres de sus caras son achatadas y la cuarta recondeada; éstas contienen aceite esencial, alcaloides, taninos, oleína y estearina; como tienen la característica de poder flotar a menudo su propagación se efectúa mediante las corrientes de agua; a los seis meses las plántulas nuevas miden ya unos buenos treinta centímetros y su crecimiento continúa vigorosamente.

Se le atribuyen propiedades febrífugas, vermífugas, anti diarreicas, anti reumáticas, antisépticas, anti inflamatorias y cicatrizantes; las partes que se utilizan con estos fines son la corteza, las hojas y las semillas. Para cultivarlo se necesitan suelos fertilizados orgánicamente y mucha humedad ambiente, además de una buena cantidad de horas-sol diarias. Otras especies de Carapa son: Carapa nicaraguensis, Carapa procera, Carapa touloucouna y Carapa grandiflora (variedad que se encuentra en el Este de Africa). Su principal plaga es el llamado “Barrenador de las Meliáceas” pero puede ser controlado mediante oportunas podas, si no existiera tal problema no es necesario efectuarlas puesto que este árbol se autopoda.

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