Celinda o Jeringuilla

celindoLa celinda (Philadelphus coronarius) es un arbusto de hoja caduca que pertenece a la familia de las saxifragáceas. Destaca por sus bonitas flores blancas que crecen en forma de racimos y desprenden una agradable fragancia. Sus hojas con ovaladas con los bordes en forma de sierra de color verde oscuro. En el jardín queda bonita tanto como ejemplar aislado como para formar setos.

Normalmente,  alcanza una altura de entre dos y cuatro metros de alto y crece en cualquier tipo de suelo ya que no es una planta nada exigente. No importa si el suelo es ácido, calcáreo o si es un suelo pobre, la celinda se adaptará perfectamente.

También es capaz de acostumbrarse a la sombra tanto como a permanecer a pleno sol. Se puede regar regularmente, sin embargo, si pasa por algún pequeño período de sequía también lo resistirá bien, pero si la sequía es constante tendrá pocas flores. Le gustán los climas cálidos y templados, en los que la celinda alcanza su máximo esplendor, aunque tolera bastante bien el frío.

Florece abundantemente a finales de la primavera, período durante el cual se puede abonar aunque no lo necesite especialmente.

Para su mantenimiento, lo único que necesita la celinda es un recorte anual que sirva para eliminar las ramas más viejas de la planta y que año tras año resurja con más fuerza.

Normalmente, se multiplica mediante esquejes.

No es una planta propensa a contraer muchas plagas o enfermedades, sin embargo, en ocasiones es atacada por el oidio y en épocas de calor por los temidos pulgones.

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