Clitoria ternatea

La Clitoria ternatea, en inglés llamada “Butterfly-pea”, es una planta herbácea perenne perteneciente a la familia Fabaceae originaria de Asia, aunque hoy en día se halla distribuida por todo el planeta. Crece igual que las vides y las enredaderas, necesitando de un soporte para elevarse. Se la emplea como ornamental en los jardines y para recuperar tierras desgastadas, puesto que sus raíces fijan el nitrógeno al suelo.

Posee hojas compuestas por cinco folíolos de forma elíptica con puntas obtusas y nervaduras muy marcadas (cuatro de ellos enfrentados de a pares y el quinto solitario en el ápice), las cuales se disponen de manera alterna en las ramas; están sostenidas por pecíolos de entre dos y tres centímetros de largo.

El principal atractivo que tiene son sus hermosas flores axilares solitarias, de intenso color azul con el centro amarillo (en algunas variedades pueden ser blancas y las hay, además, lilas y celestes); miden cerca de cuatro centímetros de largo por tres centímetros de ancho. A tan sólo seis semanas de haber sido puestas a germinar las semillas ya da su primera floración y, si el clima es favorable, se mantiene en flor todo el año.

Los frutos son vainas dehiscentes comestibles, largas y achatadas, de hasta siete centímetros de longitud que contienen entre seis y diez semillas; se propaga mediante estas últimas (germinan en una o dos semanas y antes de sembrarlas es recomendable dejarlas toda la noche en agua) o bien por gajos, introduciéndolos en arena húmeda para que enraícen rápido.

Precisa suelos neutros, ricos en materia orgánica y con bastante humedad; luce muy bien cultivada en tiestos o macetas colgantes para los cuales  emplearemos una mezcla de humus, musgo y arena o perlita en partes iguales. Puede estar ubicada a pleno sol o a media sombra pero siempre que las temperaturas sean moderadas, en climas muy cálidos deberá protegérsela del sol del mediodía y no puede prosperar en climas fríos debido a las heladas.

Dentro de la medicina no tradicional se le atribuyen propiedades sedantes, afrodisíacas y antibacteriales; se afirma también que las tisanas de raíces funcionan como antihistamínico y antioxidante. Sus flores sirven para dar color al arroz utilizado en distintas recetas de cocina; preparadas como almíbar se mezclan con el jugo de lima, lo que le da a la bebida un toque ácido y cambia su tonalidad a un rosa purpúreo.

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