Cuerno del diablo

Se conoce popularmente como Cuerno del diablo a una planta anual, de consistencia herbácea, originaria de Sudamérica, que crece como maleza entre los cultivos y tierras de pastoreo. Responde al nombre científico de Ibicella lutea (o Martynia lutea) y forma parte de la familia Martyniaceae. Sus tallos pueden ser tanto rastreros como ascendentes.

Aunque de ella se desprende un olor no muy agradable se la incluye desde hace un tiempo como ornamental en los jardines porque sus flores son muy llamativas. Toda su parte aérea presenta pelos glandulares y exuda una resina viscosa; pequeños insectos terminan atrapados en ella pero como no cuenta con enzimas digestivas no le sirven para alimentarse.

Posee hojas casi circulares, opuestas y pecioladas, de color verde claro, rugosas al tacto, con el borde crenado o festoneado y la nerviación muy marcada, similares a las de la malva o a las del zapallo. En el verano sus flores, hermafroditas y zigomorfas, aparecen reunidas en inflorescencias axilares de tipo racimo de entre diez y treinta centímetros de largo. Tienen cinco pétalos amarillos, algunas veces con líneas rojizas en la cara interna, soldados parcialmente y protegidos por dos brácteas que semejan ser los sépalos del cáliz.

Su nombre popular proviene de los frutos, que son drupas verdes y carnosas con una marcada forma de cuerno; éstos se enganchan a la pelambre de los animales y así es como se efectúa la dispersión. Antes de alcanzar la madurez  son comestibles y se los prepara encurtidos en vinagre al igual que se hace con los pepinillos. Las semillas son oblongas, comprimidas y oscuras, de cerca de un centímetro de largo.

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