El Combretum imberbe es un árbol de mediano porte, dado que suele llegar a los 20 metros de altura, perteneciente a la familia Combretaceae. Es originario del continente africano, donde se lo halla cerca de ríos y arroyos; es una especie de gran longevidad. Su recto y grueso tronco está cubierto por una corteza de color gris claro, de la cual viene el nombre con el que se lo conoce popularmente, “Árbol de plomo”; la misma llama la atención por estar dividida en bloques de forma casi rectangular.
Su copa es similar a una sombrilla pero el follaje no es muy denso; las hojas se disponen enfrentadas en las ramas; sirven como alimento a varias especies de animales, tales como elefantes, jirafas e impalas; a los roedores les agradan las semillas de este árbol por lo que si desea resguardarlas es conveniente mantenerlos alejados; para el ganado no son buenos ni las hojas ni los frutos. Las flores son de color crema o amarillo pálido y emiten un dulce aroma. Los frutos son verdes y se vuelven rojizos al madurar.
Para obtener nuevos ejemplares se retiran las semillas de los frutos con aspecto más saludable y se las deja en remojo por algunas horas, sembrándolas luego en bandejas que contengan arena de río preferentemente y cubriéndolas con una fina capa de ella, se debe mantener el sustrato apenas húmedo; necesitan dos semanas para germinar; las plántulas obtenidas se trasplantan cuando alcanzan los veinte centímetros o más; resisten bien la sequía pero las heladas las dañan.
Brinda una madera dura y resistente a la que cuesta trabajar, pero como repele las termitas se la emplea bastante. Es buena, además, como leña, ya que se quema despacio y proporciona buen fuego. Los nativos emplean el humo que se desprende al quemar las hojas para aliviar el resfrío y la tos, al igual que una decocción preparada con las flores; para la diarrea y el dolor de estómago se utiliza la raíz, cuyo látex es comestible. De esta última se extrae también tanino para curtir los cueros. La ceniza se emplea como pasta de dientes.