El Eucalipto o Eucalyptus es el nombre que recibe todo un género de árboles medicinales perennes, alrededor de 700, la mayoría originarios de Australia y Tasmania, perteneciente a la familia de las Mirtáceas, pueden sobrepasar los cincuenta metros de altura y se los utiliza en la industria maderera (construcción, postes de alumbrado y comunicación, muebles, pisos de parquet) y papelera (pulpa de celulosa que produce papeles blancos de alta calidad). De él se desprende un perfume muy característico que se agrega a jabones, lociones, caramelos, etc. Su madera es de gran combustibilidad y por ello los incendios de bosques de eucaliptos son muy difíciles de controlar. En muchas zonas se los emplea para reforestación por su velocidad de crecimiento, fijan terrenos arenosos y desecan extensiones anegadizas. Provee también taninos y resina.

Su corteza externa se desprende por partes dejando ver a modo de manchas la corteza interna que tiene un aspecto más liso y lustroso. Sus hojas jóvenes son alargadas, acuminadas y de color verde grisáceo; las hojas que crecen en las ramas más viejas adquieren una ligera forma de hoz e intensifican su color verde, se las recolecta a lo largo del invierno, el aceite esencial (eucaliptol) que contienen se usa como antiviral, descongestivo de las mucosas nasales y expectorante porque es un desinfectante natural; el vapor que se desprende de la cocción de sus hojas, al ser inhalado, limpia efectivamente todo el aparato respiratorio. También pueden ingerirse como té, endulzado con miel, produciendo más o menos los mismos efectos. Otra creencia popular muy arraigada le atribuye a los baños de inmersión propiedades antirreumáticas.

En primavera aparecen sus flores blancuzcas cuyos cálices y corolas están cubiertos, al abrirse dejan asomar el pistilo y múltiples estambres amarillos. Los frutos, fuertemente aromáticos, son capsulares (los forman tres o cuatro celdas) y oscuros, contienen muchas pequeñas semillas (se reproduce mediante ellas de manera natural). Entre los más difundidos a nivel mundial encontramos al Eucalyptus cinérea, al Eucalyptus Dunnii y al Eucalytus globulus.

No es una especie tolerante al frío extremo, sólo soporta ligeras heladas, con excepción del llamado Eucalipto de nieve o Eucalyptus pauciflora que resiste hasta 20º centígrados bajo cero. Precisa bastante agua a lo largo de todo su desarrollo (entre 1200 y 1500 mm anuales de precipitaciones), pero se puede adaptar a cortos períodos de sequía dado que cierra sus estomas para impedir que el líquido se evapore innecesariamente.