El falso Ciprés

Se conoce como Ciprés Falso, de nombre científico Chamaecyparis spp, a todo un  género de coníferas creado a partir de cuatro especies puras que se han ido cruzando, dos de Norteamérica y dos de Japón. Han sido pensados para ubicarlos en pequeños jardines, la diversidad de hojas, tonalidades y formas que presentan hace que sea difícil agruparlos dentro de una misma especie, pero la mayoría de ellos está disponible en casi todos los viveros del mundo.

Algunos poseen la tradicional forma cónica en su copa, otros son abiertos, otros redondeados; los hay de hojas verdes oscuras (Chamaecyparis L. Green Pillar), o verde amarillento-dorado (Chamaecyparis. L. Lanei y Chamaecyparis L. Lutea) o verde grisáceo y hasta azuladas (Chamaecyparis L. Alumii y Chamaecyparis. L. Columnaris. Pueden ser enanos o también alcanzar una altura considerable. Esta enorme diversificación se debe a que los Chamaecyparis ya traen una condición genética natural para producir mutaciones espontáneas, dependiendo del lugar o el clima en el que se encuentren. Claro que todo ello trae aparejado que no se los pueda reproducir mediante semillas puesto que la gran mayoría son ejemplares híbridos; la multiplicación se efectúa mediante estacas o por acodos simples.

Como por su apariencia son muy semejantes a los verdaderos (tallo columnar, hojas como escamas superpuestas unas sobre otras, frutos en forma de conos) se los confunde con facilidad, pero sus hábitos son completamente distintos; prefieren lugares húmedos (aceptan e incluso agradecen el rociado de las hojas), no les agradan los suelos salinos y soportan más estoicamente el frío, incluso las nevadas intensas. Las variedades enanas lucen bien en jardines de rocalla y puede cultivarse, además, en macetas u otros recipientes con buen drenaje. La especie más usada como bonsái es la Chamaecyparis obtusa.

Suelen verse expuestos a los ataques de la Arañuela roja, las Cochinillas diaspinas y los nematodos; como prevención hay que evitar heridas en el árbol en el que las plagas aniden, si se produce alguna conviene desinfectar con mastic cicatrizante; un fungicida sistémico aplicado en la tierra mantendrá a los gusanos alejados, especialmente luego de épocas de lluvias intensas.

 

El Tineo

La Nuez moscada

El Kiri

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