El Ibirá-Pitá es un árbol caducifolio de aspecto soberbio que responde al nombre científico de Peltophorum dubium, pertenece a la familia Fabaceae (Leguminosae) y es originario de Sudamérica, donde lo hallamos en lugares selváticos y bosques en galería; generalmente a orillas de los cursos de agua, puesto que precisa mucha humedad. Es de gran porte, ya que alcanza entre veinte y veinticinco metros de altura. Su tronco (de corteza oscura y rugosa que, por su alto contenido de taninos, es utilizada para el curtido de cueros finos) es corto y recto, ramifica a baja altura y su copa es muy amplia, lo que lo vuelve ideal para proporcionar sombra, también gracias a su bella floración se lo emplea como ornamental en parques y jardines.

Florece abundantemente entre fines del verano y comienzos del otoño; sus pequeñas flores de dos centímetros de diámetro y color amarillo intenso se agrupan en inflorescencias terminales de tipo panícula. Sus hojas, frutos y raíces son empleados por la medicina no tradicional pues se les atribuyen muchas propiedades curativas. El fruto es una legumbre indehiscente aplanada y de aspecto coriáceo, de color muy oscuro al madurar. Las semillas tienen forma cilíndrica y germinan con facilidad, dando plántulas que crecen rápidamente

Las hojas son grandes, pecioladas  y compuestas, bipinnadas, con numerosos folíolos (entre 20 y 30 pares) ovales de bordes enteros, nervadura central destacada  y color verde oscuro en el frente mientras que bastante más claro en la cara posterior; se disponen de manera alterna en las ramas.

Su madera rojiza, dura y pesada es muy resistente a la humedad y a la permanencia prolongada en la intemperie por lo que se la usa mucho en construcciones rurales y portuarias, postes de alumbrado y para marcos de puertas y ventanas; pero también se confeccionan muebles con ella, empleándosela incluso en ebanistería.