El Jengibre, que responde al nombre científico de Zingiber officinale, es una planta herbácea perenne que forma parte de la familia Zingiberaceae. Ronda el metro de altura y se la cultiva principalmente por su tallo subterráneo o rizoma (provisto en su base de numerosas raíces blancuzcas en forma de cabellera) que es comestible y sirve como condimento para variados platos a lo largo y ancho de todo el planeta, aunque es originaria del sudeste asiático.

Posee largas hojas lanceoladas y fuertemente acuminadas, sésiles o sentadas, de hasta veinticinco centímetros de longitud por entre uno y tres de ancho, que se disponen de manera alterna en los tallos.

Sus hermosas flores amarillo-rosadas se reúnen en inflorescencias terminales de tipo racimo protegidas por brácteas. Los frutos son cápsulas elipsoidales que contienen brillantes semillas oscuras rodeadas por un arilo blanco; éstas germinan más rápidamente estando en recipientes donde reciban pleno sol, pero es más práctico para propagar el jengibre la división de rizomas, dado que forman de inmediato un nuevo individuo.

El rizoma ya seco y molido pierde su sabor picante (producido por los aceites volátiles conocidos como gingeroles y shogaoles) y se emplea para saborizar productos de repostería (quedando el aceite volátil dulce denominado zingerone), como panes y galletas y para la fabricación de bebidas gaseosas y hasta una variedad de cerveza, o se le añade en pequeña proporción al café y al té que así saben diferentes. Su ingesta provee a nuestra dieta carbohidratos, fibra, azúcar, grasa, proteínas, agua, vitaminas del complejo B,  C y E y varios minerales.

Desde miles de años atrás se le atribuyen numerosas propiedades medicinales y reconstituyentes, sirviendo tanto como afrodisíaco como antitumoral. Se dice que ayuda a disminuir las náuseas y a estimular el apetito, que es bueno para los problemas gastrointestinales y también se lo recomienda para mejorar las alteraciones de las vías respiratorias. Utilizado externamente se asegura que consigue menguar los dolores de cabeza intensos y los producidos por la artrosis.