El Mistol del Monte, cuyo nombre científico es Ziziphus mistol, es un árbol originario de América del Sur que pertenece a la familia Rhamnaceae; la segunda palabra de su nombre en latín hace referencia a mixto o mezcla, por creerse antiguamente que era una especie nacida de la cruza de los quebracho blanco y colorado.

Es de porte bajo, dado que la altura de su tronco oscila entre los cuatro y los nueve metros, aunque se han hallado ejemplares de hasta quince metros. El diámetro de su tronco varía entre los veinte y los sesenta centímetros. Posee una corteza lisa y muy fina que con el paso del tiempo tiende a engrosarse. La copa es de forma redondeada y compacta.

Ramifica abundantemente; las ramas son pubescentes y presentan espinas largas y afiladas. Su follaje tiene la característica de ser semiperenne; las hojas son simples, con aspecto coriáceo y márgenes apenas dentados, forma oval  y cortos pecíolos; se ubican de manera alterna en las ramas.

Florece en primavera; sus pequeñas flores blanco-verdosas se reúnen en inflorescencias compactas de tipo cima; en ellas se distinguen cinco sépalos, cinco pétalos y cinco estambres.  Da frutos comestibles de tipo drupa globosa que son de color rojo y miden entre uno y dos centímetros de diámetro; su pulpa es consistente y de dulce sabor; se comen directamente de la planta cuando alcanzan la madurez o bien se prepara con ellos el tradicional “arrope”, que tiene consistencia de jarabe y moliendo los frutos secos se consigue un buen sucedáneo del café, con alto valor nutritivo y sin los compuestos nocivos de aquel.

La madera que proporciona es dura, pesada y de gran resistencia, por lo que se la emplea principalmente en la realización de  mangos de herramientas y radios de ruedas que deban soportar un gran peso; también con ella se fabrica un excelente carbón vegetal.