El Nogal o Juglans es un árbol de hojas caducas que mide más de 25 metros de alto y puede sobrepasar los tres metros de diámetro en su base, pertenece a la familia Juglandaceae. Sus hojas están compuestas por varios folíolos ovalados y pasan de ser rojas cuando nacen a ser verdes en su madurez. Del tronco nacen gruesas ramas que forman una gran copa redondeada y compacta. Sus especies más difundidas son: Juglans nigra, Juglans regia, Juglans cinérea y Juglans californica.
Sus flores femeninas brotan en las ramas nuevas reunidas en una inflorescencia en racimo, son rojizas y pequeñas; las flores masculinas, dispuestas en largos amentos, nacen en las ramas del año anterior y son de color púrpura. Luego de la polinización se forma un fruto drupáceo (con mesocarpio de consistencia carnosa, y endocarpio leñoso dividido en dos valvas, al que comúnmente conocemos como nuez, que recubre una semilla de apariencia arrugada constituida por dos o cuatro lóbulos) que al madurar cae al suelo. Allí se recolecta de inmediato pues de permanecer más días puede afectarle, también se pueden varear los árboles para agilizar la caída y en los grandes cultivares la recolección se realiza de manera mecanizada.
Su corteza es lisa y rojiza cuando es joven y se vuelve gruesa, grisácea y agrietada a medida que el tiempo transcurre. La raíz es pivotante, con numerosas raíces secundarias que emergen del eje central, extendiéndose por gran espacio del terreno, tanto en profundidad como en amplitud. El nogal se propaga mediante las semillas, que tardan hasta años en germinar, o bien por injertos de púa y yemas sobre pies de robustez calificada.
No le favorecen las regiones con heladas primaverales como tampoco las temperaturas muy elevadas; aún así su peor enemigo es la lepidóptera Cydia pomonella que provoca el agusanado de los frutos. No soporta las sequías prolongadas y por ello no es apto como cultivo de secano (tierras sin sistemas de riego). En cuanto a los suelos prefiere aquellos que son sueltos, permeables, fértiles. Como época de poda se recomienda la posterior a la cosecha.
Originario de Asia se convirtió en especie cultivada durante la época del Imperio Romano, es muy apreciado por su madera, sus frutos que son comestibles y como árbol ornamental y de sombra. De sus hojas se obtienen tinturas tanto para telas como para el cabello y la infusión preparada con ellas es de gran ayuda para superar problemas hepáticos y estomacales, para la diabetes, la anemia, la mala circulación y afecciones cutáneas. Con la cáscara que recubre al fruto se fabrica un licor que posee propiedades antifebriles por su alto contenido de tanino.
