El árbol perennifolio de gran porte (suele alcanzar los treinta metros de altura con un diámetro troncal de hasta sesenta centímetros) catalogado bajo el nombre científico de Ochroma pyramidale, perteneciente a la familia Malvaceae, es originario de las áreas tropicales de las Américas Central y Sur, donde se lo puede encontrar en los bosques húmedos entre los 300 y los 1000 metros de altitud. La madera que de él se obtiene recibe el nombre de “Madera Balsa”, es dúctil para trabajar y muy liviana, de inmejorable flotabilidad. Se la emplea en la construcción de embarcaciones y en modelismo.

Su tronco es recto y la corteza es de color pardo-grisáceo, con pequeñas lenticelas; la copa ancha y abierta. Tiene hojas verdes, acorazonadas, grandes y simples, pubescentes en la cara inferior y con las nervaduras muy marcadas; se disponen en las ramas de manera espiralada, sostenidas por pecíolos rojizos. Dentro de la medicina no tradicional a la infusión preparada con ellas se le atribuyen efectos calmantes del dolor de cabeza y las molestias del resfrío.

Sus flores hermafroditas, ligeramente perfumadas, también son de gran tamaño, blanquecinas o color crema; con cinco pétalos reunidos en forma acampanada o de trompeta. El cáliz está formado por cinco sépalos lanceolados, que van del rojo al guinda oscuro, parcialmente unidos por sus bases. Los numerosos filamentos de los estambres se reúnen en una columna estaminal y el estilo presenta surcos. Florece en verano y fructifica en otoño. La polinización es efectuada principalmente por los murciélagos. También las abejas visitan las flores para extraer néctar y polen.

Los frutos son largas cápsulas dehiscentes con entre 8 y 10 costillas longitudinales, verdes en la juventud y oscuras al madurar. Contienen centenas de minúsculas semillas cubiertas por una suave vellosidad de color marrón-amarillento; no todas germinan, pero sí una cantidad bastante alta (conviene aplicarles tratamientos pregerminativos); su viabilidad alcanza años. El crecimiento de este árbol es bastante rápido, se le han contabilizado hasta tres metros al año.