El Palmito

El PalmitoEl Palmito o Chamaerops humilis es una palmera originaria de las costas del Mar Mediterráneo que, en la actualidad, se distribuye por todas las zonas tropicales y subtropicales del planeta. Pertenece a la familia Arecaceae, antes Palmaceae. Además de su utilidad alimenticia (se consumen los corazones o cogollos tiernos al igual que la espata floral), se emplea en la construcción (techos y paredes), en confección de accesorios para la vestimenta (sombreros, bolsos, etc.) y objetos para la casa (esteras, escobas, etc.), se pueden fabricar con ella papel y hasta cuerdas. En los jardines se emplaza como ornamento y puede cultivarse también en macetas grandes. Podemos distinguir tres variedades denominadas: Chamaerops humilis “Arborescens”, Chamaerops humilis “Glaucescens” o Palmito azul y Chamaerops humilis “Gracilis” también llamada Palmito de tronco. 

Se hallan a veces en formación cerrada, reunidas en palmitares casi impenetrables y en otras regiones se las ve más esparcidas. Es de lento crecimiento pero de gran longevidad, su porte generalmente es arbustivo pues no supera los dos metros de alto, pero bien puede sobrepasar ese tamaño. 

Sus hojas perennes toman la forma de un abanico, con el limbo profundamente dividido en varios segmentos, son rígidas y tiene largos pecíolos con pequeñas espinillas a sus lados. Las flores hermafroditas son muy pequeñas, de color amarillento y se reúnen en inflorescencias de tipo panícula. 

Sus frutos (que miden entre dos y tres centímetros de diámetro) son carnosos, de forma ovoide o circular, de un color rojo muy llamativo y aunque para el paladar humano no sean muy atractivos, sí lo son para el de algunas especies animales como el zorro y  los tejones, que al consumirlos dispersan luego, al defecar, las semillas. Dentro de la medicina no tradicional se le atribuyen a estos frutos propiedades astringentes, y se aprovechaba también su raíz porque es muy rica en azúcares. 

Es de fácil cultivo porque se adapta a diferentes suelos y condiciones climáticas. Le gustan los lugares soleados o con apenas sombra. Puede tolerar ligeras heladas pero en zonas muy frías se aconseja protegerlas en invierno, en sí prefiere regiones de templadas a cálidas. El viento no le causa inconveniente alguno y eso la hace propicia para cultivar en las costas marítimas, no perjudicándola tampoco la salinidad del suelo, le agradan los  suelos arenosos, ricos, sueltos y con buen drenaje. 

Se adapta a períodos de sequía en su estado adulto pero durante su primera etapa vegetativa necesita mayor frecuencia de riego. Con un abono anual es suficiente para mantenerla lozana. Resiste con fortaleza los trasplantes. Se reproduce por semillas pero su germinación demanda bastante tiempo aún con buen clima o por división de estípites. 

Si las hojas amarillean es señal de que el suelo es extremadamente calcáreo y deberemos bajar su pH usando quelatos de hierro; si sus puntas aparecen amarillas y secas es que el salitre se acumuló en su base, esto lo solucionamos con un riego abundante que limpiará la tierra; si vemos puntos marrones en su superficie es que la han atacado las cochinillas, las limpiaremos entonces con un algodón embebido en agua jabonosa o alcohol y si la plaga persiste recurriremos a insecticidas sistémicos para tratar de erradicarlas.

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