El Romero

El RomeroEl romero o Rosmarinus officinalis es una planta aromática perenne, de la familia de las labiadas (Lamiaceae), que puede llegar a medir un metro y medio de alto, originaria de la cuenca Mediterránea. Tiene un tallo rojizo erecto, leñoso, muy ramificado. Sus hojas son alternas, sésiles, enteras, de aspecto coriáceo, aciculadas (semejantes a las agujas de los pinos), de unos 3 cm de largo por apenas unos pocos milímetros de ancho, de un verde oscuro en la cara superior y casi blancas en la inferior. Las flores (que aparecen dos veces al año, para primavera y otoño), son labiadas y se reúnen en inflorescencias axilares, sus corolas suelen ser blancas, celestes o lilas con manchas de color violeta en su parte interna;  los pétalos unidos devienen en dos labios bien diferenciados, el superior de dos lóbulos y el inferior trilobular; tienen dos estambres. El fruto está formado por cuatro aquenios soldados y es muy oscuro.

Podemos reproducirla por esquejes, acodo o división de la raíz (tarda entre una y dos semanas en arraigar) y mediante semillas en almácigos. Necesita mucho sol (si se desea tenerla en el interior de la casa buscarle una ubicación luminosa), riego moderado y suelos con buen drenaje;  se adapta a la mayoría excepto a los arcillosos, y sí tiene preferencia por los arenosos por ser originaria de  zonas áridas y secas. Si se la cultiva en maceta proporcionarle abono líquido una vez al mes. Las podas se llevan a cabo comúnmente en verano.

Es un planta repelente de plagas, y de ello se benefician todas las demás que se hallen en sus alrededores. Emana de ella un aroma alcanforado, y si se frotan las hojas este se intensifica; el gusto es áspero y un tanto picante. Su aceite esencial (constituido por monoterpenos) es usado en perfumería (champúes, jabones, tónicos capilares y cremas), farmacia (linimentos, pomadas y geles contra dolores musculares y de las articulaciones) y aromaterapia. Las hojas una vez secas se usan como condimento para carnes, especialmente de cordero y cerdo; son ideales para aromatizar vinagres y aceites, es común verlas dentro de las botellas de éstos. La infusión hecha con ellas es un tónico reconfortante y un buen protector hepático; controla las flatulencias y corrige la halitosis. La decocción se emplea como antiséptico en usos externos y utilizada como baño de pies los relaja y desinflama.

A las hojas se les atribuye un poderoso efecto antioxidante (debido a los diterpenos, en especial al llamado rosmanol), si se desea guardarlas habrá que secarlas mediante el proceso más conocido que es el de colgar algunas ramas hacia abajo en lugares cubiertos y bien ventilados, y recordar al utilizar las hojas que una vez secas su sabor y aroma se concentran por lo que se empleará mucha menor cantidad, en proporción de tres a uno respecto de las hojas frescas. De todas formas, al igual que con otras especies vegetales, se recomienda su uso en bajas cantidades y por lapsos de tiempo cortos, pues en concentraciones elevadas sus principios activos pueden ser tóxicos y provocar  efectos contrarios a los esperados, y directamente es mejor no ingerirla durante el embarazo ni en la etapa de lactancia.

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