El Ruibarbo

El Ruibarbo es una planta herbácea, perenne y comestible,  registrada bajo el nombre científico de Rheum rhabarbarum, originaria del noroeste de Europa y miembro de la familia Polygonaceae. Ronda los dos metros de altura. Su tallo subterráneo es de tipo rizoma y le sirve para almacenar sustancias nutritivas durante el invierno, que es cuando pierde su parte aérea, la cual reaparece nuevamente en primavera.

Se la cultiva por los pecíolos rojizos de sus grandes hojas (que son triangulares, rugosas y con bordes festoneados), cuyo diámetro oscila entre los dos y los cinco centímetros; con ellos se preparan ensaladas, compotas y rellenos para pasteles y empanadas; su sabor es similar al del apio y su ingesta aporta a nuestra dieta carbohidratos, azúcar, fibra, proteínas, todas las vitaminas del complejo B y vitaminas C, D, E y K; ácido fólico y los minerales más importantes. La cosecha se efectúa antes de comenzar el verano y se los consume de inmediato, que es cuando están más firmes y brillantes. Dentro de la medicina no tradicional se le confieren propiedades laxantes y antiparasitarias.

Las demás partes de la planta no se emplean debido a su toxicidad, dado que contienen ácido oxálico en cantidad elevada. Sus pequeñas flores blancuzcas se agrupan en largas inflorescencias rodeadas de hojas blanco-verdosas. A pesar de ser una planta de estación, hoy en día es cultivado ampliamente en el mundo entero dentro de invernaderos, de ellos sale a la venta a comienzos de la primavera (casi tres meses antes que en estado silvestre); estas variedades son de un rojo más intenso, de consistencia más tierna y sabor más dulce.

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