El cactus columnar gigante conocido  vulgarmente como Saguaro recibe el nombre científico de Carnegiea gigantea y es miembro de la familia Cactaceae. Es típico de la zona oeste de Estados Unidos, siendo la imagen más representativa dentro del Desierto de Sonora, en Arizona; en los alrededores de la ciudad de Tucson se creó el Parque Nacional Saguaro, para protegerlos junto con las tortugas del desierto y los coyotes, otros habitantes muy conocidos del lugar. Puede llegar a medir unos quince metros de alto, con un diámetro de más de medio metro en su tronco principal. Su sistema radicular ocupa una extensión considerable. Sus ramificaciones varían en número. Aún en condiciones óptimas necesita años para crecer, se calcula que se eleva unos diez centímetros cada año, por lo cual las altas figuras que vemos destacarse contra el horizonte han de tener ya entre doscientos y trescientos años y un peso cercano a los mil kilos. Acostumbrado a vivir en zonas desérticas puede soportar temperaturas límites extremas.

El tallo y las ramas presentan un relieve característico, a estos pliegues de la superficie se los denomina costillas, tienen borde redondeado y se presentan entre una y dos docenas de ellas en cada ejemplar. Las areolas de las que surgen las espinas (hojas modificadas para no permitir la evaporación de agua) aparecen cada dos centímetros, en el ápice pueden verse más juntas pero a medida que la planta crece toman la distancia correspondiente. Suele tener alrededor de una docena de espinas radiales y entre tres y seis centrales; algunas llegan a medir siete centímetros. Cuando el cactus es joven son oscuras pero a medida que envejece cambian a grisáceas, se cree que los nativos las utilizaban a modo de agujas, o más bien de punzones, para la confección de sus prendas de vestir.

La floración se produce en primavera; sus blancas flores hermafroditas, de forma tubular-acampanada (rodeadas de brácteas gruesas, de color verde y aspecto escamoso, que las protegen), se abren por la noche y duran abiertas menos de veinte horas; rondan los doce centímetros de diámetro. La polinización, que es cruzada (entre distintos individuos de la misma especie), la efectúan las abejas, ciertas aves y un tipo de murciélago endémico de ese hábitat natural. En verano se forman los frutos, de color rojizo, cubierta externa pubescente y pulpa carnosa  de sabor dulzón, que son comestibles; en el interior de ellos hay cientos de pequeñas semillas oscuras de apenas medio centímetro. Por su riqueza nutritiva y al agua que conservan en su interior son muchas las especies de pequeños mamíferos, aves e insectos que logran sobrevivir dentro de un entorno tan duro gracias al Saguaro.