El Tabaco

El TabacoEl Tabaco es una planta anual dicotiledónea de la familia de las Solanáceas, su variedad más común es la conocida con la denominación Nicotiana tabacum L. Es originaria de América. Sus raíces son fibrosas y muy ramificadas, la central es gruesa y firme. Su tallo es recto, cilíndrico y hueco, su altura varía entre uno y dos metros. Tiene hojas grandes, ovales y lanceoladas, alternas, sentadas y envainadas al tallo, su color es verde claro, son de consistencia blanda y suaves al tacto debido a su pubescencia.

Las flores se disponen en una inflorescencia terminal tipo panoja, tienen un cáliz gamosépalo de cinco sépalos dentados soldados; la corola gamopétala es de color blanco, amarillenta o rojiza, formada por cinco pétalos soldados en forma de tubo, cinco estambres y un ovario bilocular. El fruto es una cápsula que contiene numerosas semillas pequeñas de color marrón. Éstas se siembran en almácigo al voleo y sin cubrir pues son minúsculas. Hasta la germinación hay que efectuar dos riegos moderados al día, a la mañana temprano y al atardecer, luego ya no tan a menudo. Cuando recién se están desarrollando son muy sensibles a la exposición solar por lo que conviene cubrirlas, pero se van acostumbrando paulatinamente y luego, a medida que pasa el tiempo, sólo hay que protegerlas en las horas de sol extremo.

Para trasplantarlas, cuando llegan al tamaño conveniente, necesitamos terrenos reparados de los vientos y de las variaciones fuertes de temperatura, de preferencia cercanos a las fuentes de riego. Los mejores son los areno-arcillosos-humíferos, bien trabajados con pala de punta a una profundidad de treinta centímetros y con el agregado de estiércol. Es útil cubrir la tierra así trabajada con ramas secas y para desinfectarla de larvas, huevos, hongos, bacterias y semillas extrañas prenderles fuego, dejando luego las cenizas como abono potásico vigorizante.

Regar superficialmente antes de proceder al trasplante y aún mejor es efectuarlo tras un día de lluvia o nublado. Desenterrar las plantitas con una cuchara para trasplante dejándoles bastante tierra en las raíces y manipular con cuidado los tallos pues si se los aprieta quedarán marchitos y crecerán raquíticos y enfermizos. Para colocarlas hacer previamente agujeros de unos 4 a 5 cm. de diámetro y de una profundidad de entre 10 y 12 cm. Regarlas sin que se produzca anegamiento. A los dos meses ya estarán bien desarrolladas. Es en esta época que aparece la primera floración, pero se procede entonces a despuntar las plantas y a quitarles las hojas que no se consideren convenientes, se acostumbra dejar entre 8 y 18 hojas, según la variedad, luego de quitado el botón floral toda la energía de la planta se concentrará en ellas. Las que se destinen a la producción de semillas serán las que se vean más lozanas y robustas y no se las despuntará.

A los tres meses las hojas están listas para ser cosechadas, no deben sacarse aún verdes ni dejar que pasen su punto de maduración pues eso redunda en una baja de calidad del tabaco. Son tres los métodos de recolección: 1) Sólo hojas, 2) Partes del tallo junto con dos o tres hojas y 3) Plantas completas. Tras la cosecha se las lleva a los secaderos (lugares amplios y con buena aireación), donde se van secando por circulación de aire, ubicadas a la sombra y al reparo de las inclemencias del clima. Se tornan amarillas y luego marrones, este proceso demanda entre uno y dos meses.

Dejar un comentario:

Tu email no será publicado.

Site Footer