A la Arthrocnemum macrostachyum, perteneciente a la familia Amaranthaceae, se la conoce comúnmente como Alacranera o Sosa jabonera. Es una planta halófita suculenta, perenne, erguida y sumamente ramificada, que puede alcanzar un metro y medio de alto; originaria de las costas del Mar Mediterráneo, preponderantemente del norte de África (desde el Océano Atlántico hasta Asia Menor); presenta un color verde muy claro, casi blancuzco en algunos ejemplares.

Forman su hábitat natural las salinas costeras, lechos de ríos y arroyos con mucho limo (como los de los deltas que forman muchos de ellos al llegar a la costa marítima), por lo que si deseamos cultivarla deberemos reproducir al máximo las condiciones que necesita, proveyéndole de suelos salinos y húmedos con consistencia arcillosa, también podrían ser rocosos.

Sus largos tallos herbáceos cilíndricos son carnosos y poseen articulaciones (segmentos). Tiene hojas sésiles, glaucas (aunque amarillean o se tornan púrpuras en el otoño), muy pequeñas y opuestas, que forman un anillo que rodea al ápice.

Las flores hermafroditas, que aparecen entre la primavera y el otoño sobre las ramas fértiles (que son las más jóvenes, ubicadas en la parte superior de la planta, formadas por entre seis y veinte segmentos), se reúnen en inflorescencias de tipo cima de a tres, siendo la del medio la de mayor tamaño; tienen cuatro tépalos soldados y sus anteras son amarillas; comúnmente el agente polinizador es el viento; el fruto es un aquenio que contiene una sola semilla oscura, brillante y de testa dura. Al madurar el fruto cae y deja una oquedad en el segmento de la rama que lo contuvo.