La Bardana

La Bardana

La Bardana, cuyo nombre científico es Lappa glabra o Arctium lappa, es una planta herbácea bienal, medicinal, originaria de Europa y Asia, que se ubica dentro de la familia Asteraceae. Puede alcanzar un metro de alto y posee grandes hojas de aspecto rugoso, borde festoneado y forma oval o acorazonada, que están sostenidas por gruesos pecíolos.

Sus pequeñas flores hermafroditas, de color entre lila y púrpura, se reúnen en inflorescencias de tipo corimbo protegidas por fuertes brácteas verdes cuyo ápice tiene forma de gancho. Los frutos globosos mantienen los mismos una vez  secos y mediante ellos se prenden a la piel de los animales, siendo así como se propagan.

Son comestibles sus largas raíces (que aportan a nuestra ingesta diaria fibra dietética o “inulina”, aminoácidos, calcio, hierro y potasio), de sabor dulce pero algo picante, y sus tallos jóvenes, apreciando muchos el sabor que es similar al de la alcachofa, con la que está emparentada. Teñidas de naranja se asemejan a las zanahorias y si se las fríe pueden muy bien pasar por papas o batatas fritas.

En cuanto a su uso medicinal las raíces secas son ricas en mucílagos, lo que les confiere propiedades diuréticas (ideal para la eliminación de arenillas), depurativas de la sangre (en casos de reumatismo, gota y enfermedades de la piel), hipoglucemiantes y diaforéticas. Aplicada externamente ayuda a la cicatrización de heridas, úlceras y llagas. Para ambos usos, interno y externo, se prepara una decocción, hirviendo la raíz o los tallos por diez minutos.

Fue merced a la Bardana que el ingeniero Georges de Mestral inventó el revolucionario sistema Velcro (compuesto por dos bandas enfrentadas, una con una maraña de fibras y la otra con numerosos ganchos), cuando se percató de lo difícil que era desprender de su ropa los frutos de aquella que se quedaban adheridos al pasear por los campos.

Se la comenzó a emplear hace poco tiempo como especie ornamental en los jardines y sus frutos secos son utilizados en la confección de ramos decorativos. La Bardana precisa suelos con buen drenaje, por lo que conviene agregarles arena, dado que no soporta los encharcamientos del terreno; la ubicación puede ser tanto a pleno sol como a media sombra; es resistente a las bajas temperaturas, a las plagas y a las enfermedades comunes.

Dejar un comentario:

Tu email no será publicado.

Site Footer