La Chinita

Se la conoce popularmente como Chinita, aunque recibe el nombre científico de Chaetanthera villosa, a una planta monoica perenne, rizomatosa y de consistencia herbácea, que no sobrepasa los quince centímetros de alto; originaria de la región cordillerana de Sudamérica es muy resistente al frío; la hallamos entre los mil y los dos mil metros de altitud. Forma parte de la familia Asteraceae. El aspecto general de esta especie es muy controversial, dado que semeja a un cactus; se cree que fue adaptándose a ello paulatinamente para soportar mejor las bajas temperaturas y conseguir un mayor aprovechamiento de los escasos recursos hídricos.

Tiene delgadas raíces leñosas de unos tres centímetros de longitud. Sus hojas espatuladas, sésiles, profusamente pubescentes (cubiertas por pilosidades grisáceas o plateadas de cinco milímetros de largo y a veces más) y con el vértice obtuso, brotan del tallo subterráneo dispuestas en forma de roseta, en medio de ellas aparecen las minúsculas y aromáticas flores, de color amarillo, reunidas en una inflorescencia de tipo capítulo de alrededor de seis centímetros de diámetro.

El pimpollo es de global a ovoideo; las flores son tubulares, con el borde de los pétalos irregular o tridentado; las radiales externas son mayoritariamente femeninas y presentan los estambres inconspicuos; las demás poseen ambos sexos, en ellas las anteras son sagitadas y los granos de polen ecuatorialmente elípticos. Pero esto no es indicativo de que sean autógamas.

El disco central de dos centímetros, que contiene unas cincuenta flores aproximadamente, está rodeado por largas y llamativas lígulas con el vértice bífido. Las brácteas del involucro son imbricadas, al principio foliáceas para reducirse luego a enteramente membranosas. Los frutos son aquenios indehiscentes cubiertos por pelos a modo de enmarañada cabellera, aptos para la propagación anemófila.

Se la emplea como ornamental en los jardines (ideal para rocallas), teniendo en cuenta que precisa ubicaciones con sol pleno, aunque puede tolerar algo de sombra. Son muy susceptibles al ataque de insectos herbívoros, con frecuencia las bases de sus corolas en los capítulos contienen larvas que se alimentan de ellas provocando su destrucción parcial o total.

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