La Esponja Vegetal o Luffa  es una enredadera anual, perteneciente a la familia Cucurbitaceae, originaria de Asia. Sus dos especies más difundidas son: Luffa cylindrica y Luffa acutángula. Prefiere temperaturas altas, se adapta bien a los climas templados pero no resiste los fríos intensos. Posee largos tallos trepadores de una longitud aproximada a los quince metros. Tiene frutos grandes y ovalados de color verde surcados de líneas longitudinales más oscuras, su tamaño oscila entre los 20 y los 40 cm. El interior del fruto es una red de fibras vegetales que al frotarse contra la piel durante el baño ayuda a la exfoliación.

Necesita suelos con buen drenaje y abonados con bastante materia orgánica, a veces requiere de fertilizaciones mensuales. En la actualidad se da preferencia a la utilización de abonos verdes, como por ejemplo la Psim sativum L.    y la Vicia atropurpurea que aportan suficiente cantidad de nitrógeno a la tierra como para poder prescindir de los fertilizantes químicos, con el subsecuente ahorro que ello implica. El riego debe ser frecuente mientras se está desarrollando y habrá que mantener bajo control las malezas a su alrededor, esto se facilita si se cubre la tierra con una capa de mulch (vegetales secos). El terreno debe ser bien roturado antes de la siembra para evitar futuras plagas pues hay larvas (particularmente las de las Lepidópteras que son sus peores enemigas) y gusanos que de esta manera quedan expuestos para que los pájaros los eliminen definitivamente. La rotación de cultivos es también una buena práctica pues las plagas mueren al no encontrar su alimento habitual cuando se cambia lo sembrado.

Tiene flores masculinas pequeñas reunidas en inflorescencias racimosas y flores femeninas más grandes y con forma acampanada, es común descartar las primeras que aparecen y las ramillas secundarias para darle más vigor a la guía central y a las flores que produzca cuando ya esté en plena madurez. Los mejores frutos se dejan secar en la planta para obtener buenas semillas (que son abundantes, de color negro, con forma de ovoide a redondeada y achatadas), para extraerlas se recortan apenas los extremos y se la sacude sobre un papel o dentro de un recipiente. Si se siembran en almácigo se las trasplanta cuando aparecen sus primeros zarcillos. Para la siembra directa es bueno dejar bastante espacio entre hileras y medio metro entre planta y planta. Cuando comienzan a crecer se procede a guiarlas sobre soportes que pueden ser del tipo parral o del tipo espaldera, para que los frutos no estén luego en contacto con el suelo y reciban más aire y más luz, cada planta produce entre treinta y cuarenta esponjas. Estas se han convertido en un artículo ecológico muy apreciado, en su momento fueron reemplazadas en el uso diario en los hogares por las esponjas sintéticas pero la gente notó que los beneficios que aportaban las de fibra vegetal eran superiores.

También se ha generado toda una industria para aprovechar esta enredadera de fácil cultivo que en sólo seis meses ya está en plena productividad, con su fibra prensada se fabrican filtros, embalajes, recubrimientos acústicos, cartón y papel; de sus semillas, además, se extrae aceite. La cosecha conviene hacerla recién cuando los frutos comienzan a amarillear y sus extremos toman un color anaranjado, se los deja en agua entonces algunos días hasta que su cubierta se desprenda y quede a la vista la fibra, ésta se lava y se procede a secarla a la sombra, en un cobertizo con abundante ventilación. El blanqueado se lleva a cabo  con carbonato o cloruro de calcio, a veces también con cloro, pero no es lo más indicado.