La Gasteria, cuyo nombre científico es Gasteria carinata var. verrucosa es una planta suculenta, herbácea y de hojas perennes, que pertenece a la familia Xanthorrhoeaceae y es originaria del sur del continente africano.

Posee alrededor de una docena de hojas dísticas (sésiles o sentadas y opuestas), carnosas, con forma lanceolada y ápice plano que miden entre diez y quince centímetros de largo; sus bordes son enteros, cartilaginosos, de color blanco-rojizo; la lámina o limbo es opaca y presenta pequeñas protuberancias verrugosas blancuzcas; la cara inferior es cóncava.

En primavera da pequeñas flores pediceladas y péndulas, rojas o verdes, con perianto oblongo y brácteas lanceoladas, que se reúnen en inflorescencias de tipo racimo, el pedúnculo que las sostiene puede llegar a medir treinta centímetros y surge en la unión de las hojas.

Es de fácil cultivo. Necesita mucha luz pero no necesariamente sol pleno, dado que muchas veces éste hace que desaparezcan los llamativos lunares blancos. No resiste las muy bajas temperaturas; en invierno hay que mantenerla sin agua y ponerla a cubierto si se encuentra en el exterior. El resto del año no precisa riego abundante tampoco, con una vez a la semana es suficiente para que luzca bien.

En los meses de más calor puede proporcionársele un abono para cactáceas pero en cantidad menor que la indicada para aquellas. Cada dos o tres años conviene cambiarla de maceta. Se la multiplica mediante división en primavera aunque también se reproduce por semillas y por esquejes de hoja, a los cuales para mayor tranquilidad puede aplicárseles un enraizador si se lo desea.