La Gentiana

La Gentiana occidentalis Jakow perteneciente a la familia Gentianaceae es una planta herbácea perenne típica de los pastizales de alta montaña europeos, entre los ochocientos y los dos mil metros sobre el nivel del mar, siendo su zona de mayor difusión la comprendida entre los Picos de Europa y los Pirineos. Prefiere los suelos calizos con restos de rocas disgregadas y escasa cantidad de nitrógeno, tampoco le agrada el exceso de humedad; soporta bien las temperaturas extremas y gusta de ubicaciones a pleno sol.

Tiene un rizoma alargado de unos veinte centímetros de largo, en él se originan las hojas basales que surgen dispuestas en forma de roseta. Las hojas son estrechas, glabras y sésiles, con forma elíptica y acuminadas en el vértice, poseen un color verde muy intenso. Sus flores de color azul-celeste brotan solitarias en la cima de los pedúnculos florales; están formadas por cinco pétalos triangulares unidos en un cáliz tubular, los sépalos de márgenes lisos que lo rodean son aovados y acuminados; el androceo lo conforman cinco estambres azules con anteras amarillas; el gineceo consta de un ovario que se va afinando hasta formar el estilo que culmina en un estigma dividido y achatado;  en total miden entre cuatro y cinco centímetros de diámetro.

El fruto es capsular y de forma ovoide, contiene numerosas semillas de apariencia rugosa. Florece a lo largo de toda la primavera y hasta bien entrado el verano. Hay una especie muy similar denominada Gentiana angustifolia aunque se diferencian notoriamente en las hojas pues las de ésta son de menor tamaño y con puntas redondeadas; no hay otra diferencia entre ellas ni morfológica ni fitoquímicamente hablando. Ambas tienen pocas xantoninas pero sí son ricas en flavonoides, poseen estolones y son calcícolas.

Se ha querido establecer otra variedad, a la cual se ha bautizado como Gentiana aragonensis, pero tras estudios realizados se ha podido comprobar que el menor tamaño de las hojas de ésta respecto de la Gentiana occidentalis y los entrenudos más largos se deben a una carencia de exposición al sol, por hallarse en terrenos más umbríos.

Dejar un comentario:

Tu email no será publicado.

Site Footer