La Hermosa de día, que responde al nombre científico de Hosta plantaginea, es una planta herbácea perenne originaria del noreste asiático que pertenece a la familia Asparagaceae. Algunas veces llega a medir hasta medio metro de alto pero lo más común es que cumpla una función tapizante del suelo, creciendo más hacia lo ancho, cubriendo mucho espacio gracias a sus rizomas y estolones. Se la emplea como ornamental en los jardines.

Las hojas son comestibles y se presentan con forma de oval a lanceolada, tienen aspecto coriáceo y punta acuminada, normalmente son de color verde pero las hay también variegadas (en blanco y verde o amarillo y verde).

Da hermosas flores blancas perfumadas reunidas en racimos terminales de más de diez centímetros de longitud; son hermafroditas y se valen de insectos para ser polinizadas; poseen seis tépalos unidos hasta la mitad de su largo total formando un tubo, luego se separan. Gusta de suelos húmedos, arenosos, arcillosos o con una composición a partes iguales de sustancias orgánicas y piedra pómez. El riego debe ser regular, cuidando de no anegar el sustrato.

No tiene preferencias en cuanto a la luminosidad por lo que se la puede ubicar en cualquier parte del jardín y ello no repercutirá en su crecimiento para nada. Las temperaturas muy bajas la afectan por lo que es preferible cubrirla si hay heladas y de estar en tiestos o macetas hay que introducirlas en la casa.

Es bastante resistente a plagas pequeñas y enfermedades, no demandando mayores cuidados, aunque si se lo desea puede aplicársele, al comienzo de la primavera, un insecticida de amplio espectro a modo de prevención y sí debe protegérselas de los caracoles y babosas que causan estragos en ellas. Hay muchísimas variedades en cultivo, surgidas de la hibridación, cada una con características especiales que las distinguen.