La Ortiga de la sierra

La conocida comúnmente como Ortiga de la Sierra, que recibe el nombre científico de Blumenbachia silvestris ( o Caiophora silvestris) es una planta herbácea, perenne e hirsuta, con tallos volubles que pueden alcanzar el metro y medio de alto; es originaria de América del Sur, donde la encontramos en zonas áridas cordilleranas en altitudes que van desde los quinientos a los tres mil metros, y miembro de la familia Loasaceae.

Todas sus partes aéreas están cubiertas por rígidos pelos blanquecinos urticantes. Presenta dos tipos de hojas, las inferiores con pecíolos más largos y lámina en forma de corazón y las superiores con forma asaeteada, los bordes irregularmente dentados y las nervaduras muy remarcadas; ambas de color verde oscuro, distribuidas de manera opuesta y con mucha más pubescencia en la cara posterior.

En verano da pequeñas flores, blanco-verdosas y sésiles, que nacen en solitario o de a pares; en ellas los cinco pétalos (semejantes a cucharas) se alternan con escamas cóncavas (provistas de tres apéndices cónicos naranjados en su parte inferior) que contienen néctar; los sépalos verdes son triangulares y con el ápice agudo; los estambres (de diez a veinte de ellos) se reúnen en fascículos, tienen los filamentos blancos y las anteras repletas de polen amarillo u ocre. Tanto el néctar como el polen atraen a una cantidad considerable de insectos que son quienes las polinizan.

Los frutos son cápsulas pendulares oblongas de hasta tres centímetros y medio de longitud, verdes y de aspecto retorcido puesto que sus tres valvas están rotadas hacia la izquierda, que guardan en su interior numerosas semillas rugosas.

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