La conocida comúnmente como Pimienta malagueta, o Granos del Paraíso, es una planta rizomatosa que pertenece a la familia Zingiberaceae y recibe el nombre científico de Aframomum melegueta. Es originaria de la costa oeste africana y se la cultiva para obtener sus semillas de sabor picante que se emplean, y son muy apreciadas, como especia culinaria. Ronda los sesenta centímetros de altura.

Precisa suelos sueltos y fértiles y ubicaciones con mucha luz. Sus largas hojas verdes, de aspecto parecido a las del bambú, están compuestas por folíolos delgados, lanceolados y muy acuminados que se distribuyen de manera alterna en el raquis central.

Presenta la particularidad de que sus grandes flores acampanadas, de color entre lila y violeta, brotan directamente del tallo subterráneo. Sus frutos son bayas rojizas (que se tornan marrón grisáceo al secarse), con forma de lágrima; miden unos tres centímetros de longitud y contienen en el interior de su pulpa gelatinosa numerosas semillas aromáticas de menos de medio centímetro de diámetro cubiertas por una piel amarronada y rugosa, similares a las del Cardamomo; pueden ser molidas y utilizarse en polvo, solas o mezcladas con otras especias.

Hoy en día es un sustituto común de la pimienta negra y se afirma que es menos irritante para el sistema gástrico que aquella. Su consumo aporta a nuestra dieta carbohidratos, fibra, proteínas, agua, vitamina C y todas las del complejo B y varios minerales, principalmente potasio. Dentro de la medicina no tradicional se le confieren propiedades anti bacteriales, diuréticas  y calmantes, en uso externo se dice que ayuda a cicatrizar heridas y mediante enjuagues bucales se garantiza que sana las encías inflamadas.

Dentro de su aceite esencial predominan los sesquiterpenos; en su composición química se han hallado gingeroles y shogaoles los cuales se encuentran también en el jengibre.