La Sabina albar

Recibe el nombre científico de Juniperus thurifera, y el común de Sabina albar, un árbol de la familia Cupressaceae originario de la cuenca del Mar Mediterráneo, a lo largo de la cual se distribuye formando bosques poco densos en la alta montaña donde haya zonas semiáridas, a veces en conjunto con otras especies tales como el Pinus nigra y el Quercus ilex.

Suele medir entre cuatro y diez metros de altura y vive unos doscientos años; su madurez sexual se produce alrededor de los 30 años; hasta ese momento el desarrollo vegetativo y crecimiento es similar en ambos sexos, luego la hembra declina por dedicarse al desarrollo de los frutos fecundados pues la mayor parte de su energía está volcada en ello. Tiene corteza oscura o cenicienta, es muy fibrosa y presenta grietas a lo largo, se desprende con facilidad. Su copa tiene forma cónica y sus pequeñas hojas que se disponen en forma imbricada son romboidales y de superficie áspera.

Es una especie dioica, o sea que los pies femeninos y los pies masculinos son independientes. Sus flores se van preformando hacia fines del verano, principios del otoño y florece al concluir el invierno. Las minúsculas flores masculinas se reúnen en inflorescencias rojizas que contienen gran cantidad de polen, como la polinización es anemófila el viento lo desplaza formando espesas nubes. Las plantas femeninas producen conos de consistencia carnosa que crecen y maduran lentamente a lo largo de casi dos años, es común ver en las ramas conos verdes (que reciben el nombre de gálbulos o gayubas), aún no maduros, de un año de edad y otros de color azulado que ya completaron su ciclo. Estos últimos contienen unas pocas semillas, de ellas menos de la mitad son viables porque suelen atacarlas distintos tipos de insectos.

La dispersión la llevan a cabo las aves que ingieren los conos, tras ello más depredadores los atacan, por ejemplo las hormigas y los roedores; el llegar a germinar es para estas vapuleadas semillas todo un azar y así y todo lo consiguen. La mayoría lo logra cuando queda debajo de la planta madre, pues allí tienen sombra, humedad, materia orgánica y mayor contenido de nitrógeno en el suelo; las siguen en orden decreciente las que quedan bajo un espécimen macho y luego las que quedan al descubierto en el campo.

Produce una madera sumamente aromatizada por la cantidad de resina que contiene, es ideal para ebanistería; por su gran resistencia se la emplea en la confección de vigas. Prospera entre los 1500 y  2500 metros de altitud en zonas de serranías. Soporta bien las temperaturas extremas, los extensos períodos de sequía y sus fuertes raíces se afianzan aún en suelos pedregosos.

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