Recibe el nombre común de Sarrapia, o Haba Tonka, el árbol cuyo nombre científico es Diphysa punctata, su tronco liso puede llegar al metro y medio de circunferencia y a los treinta metros de altura. Pertenece a la familia Fabaceae. Es originario de la parte norte de Sud América, de la zona de la cuenca amazónica que hoy ocupan los países de Brasil, Venezuela y las Guayanas (aunque hay naturalistas que lo consideran nativo de China). Como se lo ha utilizado tanto, debido a sus múltiples usos (el principal su madera dura, oscura y de grano fino, con poros llenos de resina blanca y aromática), es que está prohibida su tala indiscriminada; el bello aroma de sus flores es inconfundible y aún quedan reductos en los cerros donde hay grupos de ejemplares a los que se trata de conservar, afortunadamente.

Sus hojas están compuestas por cuatro o seis folíolos de forma oblonga, algo acuminados, glabros y de aspecto coriáceo, llegan a medir unos quince centímetros de largo por seis de ancho. Las flores se agrupan en inflorescencias de tipo panícula, están protegidas por brácteas y bractéolas; los pétalos, de hasta un centímetro, son muy desiguales entre sí; presentan, como casi todas las leguminosas, un cáliz bilabiado acampanado, un estandarte de aovado a redondeado, dos alas oblongas y una quilla angostada; poseen diez estambres.

Los frutos son drupas indehiscentes de forma alargada (cinco centímetros por tres) y color marrón; de su única y gran semilla se obtiene “cumarina”, una sustancia blanca sumamente aromática pero sin sabor que utilizan varias industrias para realzar el perfume de sus productos (dentro de la Perfumería es digno de comentarse que forma la nota principal del famosísimo perfume “Shalimar”, de Guerlain); se debe esperar a que estén bien maduros para preceder a cosecharlos, hay quienes aguardan a que caigan puesto que cuesta mucho subir a las plantas para piscarlos a mano. Dentro de la medicina no tradicional se le atribuyen a la cumarina propiedades antiespasmódicas y diaforéticas, rallada se prepara como infusión para calmar el dolor de estómago, siempre en baja cantidad puesto que el exceso puede provocar hemorragias internas.

Esta leguminosa se propaga mediante semillas, como al principio las plántulas requieren sombra es bueno cultivarlas en interior y luego, cuando miden más de un metro y están fortalecidas, trasplantarlas al enclave definitivo. Se adapta bien a diferentes tipos de suelos siempre y cuando tengan buen drenaje; pero prefiere los sueltos, arenosos o con grava, ricos en humus, terrenos que habitualmente encontramos en las riberas de los ríos. Puede resistir épocas de sequía aunque no muy prolongadas, necesita de altas cantidades de precipitaciones y temperaturas por encima de los veinte grados centígrados para desarrollarse adecuadamente.