La Sobralia, cuyo nombre científico es Sobralia macrantha (o Cattleya macrantha), pertenece a la familia Orchidaceae. Es una gran orquídea originaria de América Central, comúnmente terrestre, pero las hay ocasionalmente epífitas. Le agradan  los climas que van de templados a fríos. En su hábitat natural se la halla entre los cien y los 3.500 metros de altitud, donde la encontramos entre el detritus que se forma por la caída de las hojas, en las orillas de los ríos, en los suelos arenosos o muchas veces creciendo sobre las rocas.

Posee tallos cilíndricos, largos y erguidos; sus hojas son glabras, paralelinervadas, amplias pero con forma lanceolada y marcadamente acuminadas, miden entre diez y quince centímetros en su parte más ancha y tienen más de veinte centímetros de longitud. Florece desde la primavera hasta el otoño, pero sus hermosas y grandes flores perfumadas (de entre quince y veinte centímetros), con un color que puede variar entre rosa y violeta (aunque está también la variedad alba que las da blancas, como su nombre lo indica); duran muy poco, apenas unas cuarenta y ocho horas.

Esta orquídea en particular prefiere ubicaciones que van desde el sol pleno hasta la media sombra, pero dependiendo también de la intensidad de los rayos solares, la cual varía según la latitud, de hallarnos en zonas muy cálidas conviene protegerlas de los fuertes rayos del mediodía. Necesita suelos fértiles, con cierta dosis de humedad y ricos en materia orgánica; hay que regarla con frecuencia pero sin producir anegamientos que la perjudican. Se la reproduce mediante división de los rizomas, pero debemos ver que la parte que utilicemos presente al menos algunas raíces. El sustrato ideal para cultivarlas es el que contiene turba y corteza en partes iguales.