La Verdolaga  es una planta anual, de consistencia herbácea, originaria de la costa oeste de América del Norte, aunque en la actualidad se halla naturalizada en varias partes del mundo. Recibe el nombre científico de Claytonia perfoliata y pertenece a la familia Montiaceae.  Su tamaño varía según el hábitat, hay ejemplares que apenas levantan unos centímetros del piso mientras que otros pueden llegar a tener casi medio metro de alto.

Le gustan las ubicaciones frescas, húmedas y sombreadas. Los cotiledones primigenios de la semilla dan paso a las primeras hojas basales, glabras y de brillante color verde, que miden alrededor de cinco centímetros de longitud  y están   sostenidas por alargados pseudo pecíolos. Mientras la planta es joven conserva la forma de roseta basal, al madurar surgen numerosos tallos, delgados y erectos  que miden unos veinte centímetros de alto.

En la primavera da pequeñas flores blancas de cinco pétalos, reunidas en inflorescencias terminales de tipo racimo,  que parecen surgir del centro de una hoja, pero no es así, si no que son dos hojas caulinares enfrentadas  que rodean completamente el tallo floral produciendo ese efecto óptico. Los frutos son cápsulas ovales, verdes y diminutas, que no pasan del medio centímetro y contienen entre dos y seis semillas negras que cuentan con un apéndice blanco que las une al receptáculo. La podemos propagar mediante ellas.

La Verdolaga se puede consumir en ensaladas y aporta a nuestra dieta gran cantidad de vitamina C, su sabor es similar al de la espinaca y hervida se la utiliza igual que ella;  no es conveniente hacerlo en demasía dado que contiene oxalatos de calcio que tienden a depositarse en los riñones.