La Zanahoria o Daucus carota es una planta herbácea bianual perteneciente a la familia Apiaceae, es originaria de Europa y Asia donde crecía en estado silvestre; tras comenzar su cultivo fue adquiriendo mejoras notables, como una raíz de mayor tamaño, con consistencia homogénea y más agradable al gusto. El primer año forma su raíz y una roseta con algunas hojas compuestas, luego descansa un tiempo y aparece un largo tallo (de cerca de un metro) en el ápice del cual se forman las flores, blancas y rodeadas por largas brácteas, reunidas en una inflorescencia tipo umbela, este es su segundo estadio. El fruto es un diaquenio que presenta su soldadura en la cara plana.

La raíz es napiforme y almacenadora, adquiriendo formas variadas, tiene a su vez muchas raicillas secundarias que son sus órganos de absorción. Si realizamos un corte transversal de la misma observamos dos zonas bien remarcadas, la externa carnosa y de mucho sabor constituida por el floema y una interna formada por el xilema y la médula, de consistencia leñosa y no saborizada.

Su ingestión aporta a nuestra dieta gran cantidad de agua, fibra y betacarotenos (que al ser asimilados proporcionan vitamina A al organismo), también potasio y otros minerales en cantidades menores. Es un excelente alimento desde todo punto de vista, con ella se preparan papillas para los niños pequeños, se la usa para sopas, guisados y hasta se la incluye rallada (cruda) dentro de las ensaladas o se la puede transformar en una exquisita jalea.

De todas las hortalizas es la que tiene mayor contenido de carbohidratos, pues al absorber los nutrientes del suelo los transforma en azúcares y está a nuestra disposición durante todo el año. Para casos de constipación es mejor consumirlas en estado crudo y en casos de diarrea es preferible cocerlas antes de ingerirlas. Es conveniente aumentar su consumo durante el verano (preferentemente el zumo) pues ayuda a nuestro cuerpo a producir melanina que no sólo hace que nos bronceemos mejor al ir a la playa sino que además  protege a nuestra piel de la incidencia nociva de los rayos solares.

Podemos agrupar sus variedades en dos grandes grupos, el de las zanahorias orientales y el de las zanahorias occidentales. Las primeras derivan de las que se cultivaron primitivamente en Afganistán, las hay amarillas y púrpuras, ambas con raíces desdobladas. Las segundas surgieron en Holanda y prima en ellas el color anaranjado; aunque hoy en día se están cultivando todas, desde las blancas hasta las moradas.

Se siembra por voleo o con sembradora durante todo el año. A pesar de su rusticidad tiene sus preferencias, por ejemplo los suelos blandos y sueltos con bastante aireación y el clima templado, aunque soporta heladas suaves. Necesita riegos constantes, principalmente en verano. Es muy exigente y agota los terrenos por lo que conviene proceder a la rotación de cultivos. La peor de sus plagas es el Stemphylium radicinum, un hongo que llega a destruir la raíz por completo, otras son el Mildiu y el Oídio, todos controlables con fungicidas; también la atacan los pulgones, los nematodos y la Mosca de la Zanahoria (Psylla rosae).