Se le da el nombre de Helechos o Pteridofitos en general a los diversos tipos de plantas vasculares sin flores ni semillas que se reproducen a través de esporas, siendo su principal característica las grandes hojas o frondes con prefoliación circinada. La mayoría son terrestres pero los hay también epífitos y acuáticos. Son originarios de la zona ecuatorial y tropical húmeda. Por la abundancia y belleza de su follaje se han transformado en una de las plantas ornamentales más buscadas tanto para los jardines como para la decoración de interiores, y como los sistemas de calefacción los perjudican (pues el aire seco los daña) se recomienda ubicarlos en lugares húmedos de la casa como el baño o usar humidificadores ambientales. Sus hojas se usan también como acompañamiento en el armado de ramos y centros florales. 

Los helechos se hallaban sobre la superficie de la tierra mucho antes de que aparecieran las primeras plantas con flores, hace unos trescientos millones de años eran la vegetación que predominaba en el planeta. Los hay desde muy pequeños hasta los denominados “arbóreos” que sobrepasan los veinte metros de altura. Son plantas resistentes siempre que se tenga el mínimo cuidado de no exponerlas a mucho sol y dispongan de una temperatura media de entre 15 y 18 grados, junto con una humedad ambiente de un 80%. 

Para reproducirse los frondes generan los soros, en ellos se hallan los esporangios que son los receptáculos que contienen las esporas, la mayoría de éstas para germinar necesitan de agua, pero también puede distribuírselas en bandejas de turba encalada y cubrirlas con un film plástico o vidrio. Algunas especies generan largos estolones con yemas terminales que al hacer contacto con la tierra generan raicillas, estos nuevos ejemplares pueden ser seccionados de la planta madre para trasplantarlos. También como el tallo es subterráneo, del tipo rizoma, puede procederse a la división del mismo para crear nuevos ejemplares, enterrándolos en una mezcla de mantillo y turba pues prefieren sustratos porosos. Se usa para ellas abono soluble en agua y hay que ver de mantener equilibrada la relación entre el nitrógeno y el potasio pues un exceso del primero origina malformaciones en las plantas. El riego debe aplicarse sobre la tierra, nunca sobre el follaje. 

Los helechos más cultivados en la actualidad son: El Adiantum, originario de Brasil, de rápido crecimiento se usa para el interior de los hogares y también como hoja de corte para la confección de ramos; el Asplenium, originario de Australia y la India, es epífito y de lento crecimiento, sus frondes tienen forma oval-lanceolada de más de un metro de largo por unos veinte centímetros de ancho; el Nephrolepis exaltata, originario de América, con rizoma escamoso y frondes de más de setenta centímetros formados por hojas o pinnas triangulares; el Nephrolepis cordifolia, originario de Oriente, de crecimiento rápido, frondes de entre 50 y 90 cm pinnas oblongo-lanceoladas y el Platycerium o Helecho Cuerno de Alce con dos tipos de frondes, unos menores, estériles, sésiles y erectos de textura papirácea y otros de mayor longitud, fértiles, colgantes, de textura coriácea. Todos quedan muy bien en macetas colgantes. 

Las cochinillas son la plaga más común en los helechos, las advertimos  si los frondes se decoloran, deforman y lucen pegajosos por las secreciones de los parásitos; también el Nematodo foliar se ensaña con las pinnas, en este caso ante un ataque severo es preferible destruir la planta para evitar infecciones en las aledañas, para prevenirlos hay insecticidas granulados que se incorporan al sustrato antes de trasplantar. Otro de sus enemigos es el hongo Pythium que se instala en las raíces de las plantas nuevas, una aplicación de funguicida en el rizoma, antes del trasplante, puede ser eficaz.