Miconia calvescens

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Lleva el nombre científico de Miconia calvescens, o simplemente Miconia, un árbol originario de las zonas  tropicales de Centro y Sudamérica, que se tornó invasivo al ser introducido en otros ecosistemas. Pertenece a la familia Melastomataceae, de la que varios miembros han sido señalados como problemáticos. Es de porte medio, pudiendo alcanzar los quince metros de alto. Establece cerradas formaciones donde no hay cabida para otras especies, por lo que su peligrosidad es verdadera; entre otras cosas su apretada copa en forma de paraguas no permite que se filtre el agua de lluvia hacia la tierra. Para poder controlar su expansión se han importado a las zonas donde ha producido mayores daños varios de sus predadores naturales, tales como nematodos, polillas, avispas y escarabajos, pero se plantea en esto otro interrogante: ¿Qué efectos secundarios producirán los nuevos visitantes en el ecosistema?

Es un árbol que crece muy rápido, en sólo cuatro años (vive unos quince) pasa de germinar a dar frutos; además sus semillas (del tamaño de un grano de arena) mantienen la viabilidad por más de diez años. En su hábitat natural lo hallamos entre los trescientos y los mil ochocientos metros de altitud, donde las precipitaciones medias anuales oscilan entre los mil seiscientos y los dos mil milímetros.

Posee grandes hojas (hasta de medio metro de largo) de forma entre ovalada y elíptica, opuestas, verdes en el frente y de un púrpura intenso por la parte posterior, esta atractiva característica lo convirtió en ornamental. Sus minúsculas flores (que aparecen dos o tres veces al año, según el clima) se reúnen en grupos de a mil en racimos terminales, pueden ser blancas o rosadas. Los frutos  son bayas dulces de más de cinco milímetros que cambian de color púrpura a negro a medida que van madurando, éstos son atrayentes para las aves, los pequeños roedores, los cerdos y las cabras salvajes, quienes mediante sus deposiciones diseminan las semillas por grandes áreas.

Su sistema de raíces tiende a ser superficial y no fija los terrenos, haciendo que éstos se erosionen con mayor facilidad; no precisa suelos excesivamente ricos, mientras sean húmedos se adapta bien; tolera diferentes variaciones de luminosidad pero no la sombra total, tampoco germina en lugares oscuros.

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