Recibe el nombre de Pinus longaeva un árbol milenario originario de América del Norte perteneciente a la familia Pinaceae. Su aspecto tétrico y desgarbado lo adquiere con el paso del tiempo por el hecho de vivir en zonas donde el clima es riguroso en extremo. Hay aún en la actualidad un ejemplar vivo con más de cuatro mil años de edad. Algunos de los miembros de esta especie sobrepasan los quince metros de altura y los cuatro metros de diámetro en sus troncos. Para protegerlos, pues se los considera vulnerables, se creó un Parque Nacional en el entorno de su hábitat, el mismo recibe el nombre de Great Basin y pertenece al Estado de Nevada.

Hay tres factores que parecen influir en su persistencia, el primero sería el metabolismo lento que poseen (sus agujas permanecen alrededor de cuarenta años en la planta) ayudado, en segundo lugar, por la fuerte madera que lo recubre y lo convierte en impenetrable para los insectos comunes, sumado por último al clima hostil en el que moran y al que llegan o al que sobreviven escasísimos predadores.

Tiene la corteza de color entre amarillo y anaranjado, es fina y escamosa. Sus hojas o acículas, que miden de dos  a cuatro centímetros de largo, se reúnen en grupos de cinco, son verde-azuladas y rígidas. Los conos o estróbilos que produce tienen forma ovoidal y miden aproximadamente cuatro centímetros de ancho por ocho de largo mientras están cerrados, suelen ser verdes o púrpuras en la juventud  y cambian a un ocre oscuro en la madurez (cerca del año y medio). Cuando se produce la apertura liberan semillas aladas que son dispersadas por el viento, éstas miden menos de un centímetro y reciben el nombre de piñones, siendo el principal alimento de un ave conocida como “Cascanueces americano” o Nucifraga columbiana, que pertenece a la familia Corvidae.

Muchos de estos pájaros almacenan gran cantidad de semillas para utilizarlas luego, las cuales podrían dar origen a nuevas plantas, pero la germinación en condiciones tan adversas no es siempre satisfactoria y la cantidad que sobreviven no alcanzan para reemplazar a los ya pocos y tan ancianos árboles que quedan. Hay dos especies que se le asemejan, el Pinus aristata y el Pino de Balfour, diferenciándose el primero por las manchas de resina que motean sus acículas y el segundo por la redondez de la base de sus conos.