El Espinillo o Tojo, cuyo nombre científico es Ulex europaeus, es un arbusto que alcanza entre tres y cuatro metros de alto y pertenece a la familia Fabaceae. En su hábitat natural lo encontramos entre los brezos o formando setos u orlando bosques hasta poco más allá de los mil metros de altitud. Está catalogado como una de las especies más invasivas de todo el mundo porque es muy rústica y se adapta a la perfección hasta en los suelos más pobres, allí donde otras plantas no logran sobrevivir el Tojo sí lo hace. Necesita mucha luz para lograr un buen desarrollo, es por ello que sus ramas inferiores tienden a resecarse al no recibir la misma cantidad de sol y son de arder con facilidad cuando se producen incendios.

Posee una raíz gruesa y profunda, con raicillas secundarias, que presentan grandes nódulos fijadores de nitrógeno. Sus tallos erectos y pubescentes producen abundantes brotes vegetativos, principalmente luego de ser cortados o quemados. Para controlar su excesiva proliferación se emplean agentes biológicos, tales como insectos de las especies Agonopterix ulicetella y Exapion ulicis, además del  ácaro Tetranychus lintearius.

Presenta la particularidad de que sus hojas en la madurez se transforman en filodios lanceolados espinosos, lineares y rígidos, de más de cinco centímetros de longitud, en los ejemplares jóvenes éstas están compuestas por tres folíolos, son pecioladas y alternas.

Las flores, a las que se les atribuyen propiedades diuréticas, son similares a las de todas las leguminosas, de color amarillo y pecioladas se reúnen en inflorescencias de tipo panícula, tienen una pequeña bráctea basal y dos bractéolas aún más diminutas debajo del cáliz; éste persiste luego en el fruto, que es una vaina recubierta por finos vellos que suele contener entre dos y diez semillas.