Una vez aprendido el arte del secado de flores podemos confeccionar con ellas las labores más variadas, tales como tarjetas, cuadros, manualidades, saquitos para perfumar, centros de mesa y todo tipo de adornos. Aunque si no se desea seguir todos los pasos precedentes al secado pueden adquirirse las flores y hojas ya acondicionadas en los comercios; luego queda sólo el montaje del arreglo o el armado de la manualidad elegida.

Para un centro de mesa necesitaremos, por ejemplo, un recipiente rústico realizado con materiales naturales, mimbre, madera, ramas de árboles ahuecadas o similares; alambre para sustituir tallos faltantes o para hacer más maleables los que sí haya, aquí podemos tener dos variables: o forrarlo con papel verde o adquirir el que ya viene especialmente en ese tono; mossi o pasta cerámica moldeable  para insertar los tallos y hojas; cintas o lazos para una buena terminación; cordeles de distinto grosor con el mismo propósito que las cintas, y spray o laca para proceder a la fijación definitiva del trabajo.

Si la base sobre la que lo armaremos no tiene suficiente peso pueden agregarse piedras en el fondo para evitar posteriores vuelcos. Recién al confirmar la estabilidad añadiremos el mossi o pasta alternativa.

Para que el arreglo armonice con la sala en la que se ubicará podemos pintar las flores y hojas una vez secas con anilinas, témperas, acuarelas o acrílicos transparentes especiales (dependiendo esto del presupuesto con el que se cuente), por simple inmersión en el color elegido. El centro de mesa será siempre de porte bajo para no interferir en las conversaciones de los comensales. Comenzaremos el armado colocando las flores centrales, dos o tres tan sólo, que serán las más altas y a su alrededor iremos ubicando el resto en forma descendente hasta llenar por completo el espacio del que disponemos, sin que quede muy recargado por supuesto.

También pueden usarse sólo unas cuantas flores como detalle principal y terminar el armado con piñas, pedazos de corteza y frutas secas. Con escasos cuidados el centro de mesa armado con flores, hojas y frutas secas se mantendrá de buen ver por varios años. El secador de pelo será nuestro principal aliado para eliminar las partículas de polvo que pudieran juntársele, aunque si no olvidamos aplicarle laca fijadora hasta con un simple plumero podemos renovar su cara a diario.