Vitellaria paradoxa

Vitellaria Paradoxa

El árbol cuyo nombre científico es Vitellaria paradoxa pertenece a la familia Sapotaceae y es originario de la región central del gran continente africano, de la gran sabana que se extiende desde Senegal hasta Sudán. Importante fuente de alimento para toda esa zona, desde tiempo inmemorial, es la pulpa nutritiva que rodea la semilla que contiene su fruto, rica en sustancias oleaginosas, de allí su nombre en idioma inglés, Shea Butter Tree, haciendo referencia a la manteca o margarina vegetal que se extrae de él. Se la emplea, además, en la industria cosmética (brillo para labios, emulsiones, acondicionadores para el cabello, bloqueadores solares, etc.).

Comienza a fructificar recién entre los diez y los quince años de edad y su máxima producción la alcanza entre los veinte y los treinta años; habiéndose hallado ejemplares con dos siglos de antigüedad aun produciendo. Los frutos son grandes drupas que tardan de cuatro a seis meses en madurar, por cada kilogramo de fruta se obtienen alrededor de cuatrocientos gramos de semillas secas que son abiertas manualmente (golpeándolas con pequeñas piedras) para aprovechar su importante contenido; luego se las asa, una vez asadas se las muele en un mortero, agregándoles un poco de agua, hasta obtener una pasta.

Los principales compuestos de la semilla son ácidos grasos: Esteárico, oleico, palmítico, linoleico y arachídico; los dos primeros juntos en una proporción de casi el noventa por ciento, dejando el diez por ciento restante para los demás. La proporción relativa entre los ácidos que contiene le dan la consistencia, dependiendo también de la temperatura ambiente; por ejemplo, la obtenida en Uganda es más sólida por el alto contenido de ácido oleico que posee y se comercializa en sus dos estados, líquido y sólido; luego la sigue la de la Meseta de Mossi, en Burkina Faso con mayor cantidad de ácido esteárico y la más suave es la del oeste africano.

Los compuestos fenólicos que además posee le confieren propiedades antioxidantes, similares a las del té verde y a las del aceite de oliva virgen. Según esté más o menos refinada es que se emplea para cada uso y una vez separados los componentes no saponificables del resto, sí saponificable, se prepara jabón mediante un tratamiento con álcali y si es rica en ácido esteárico sirve para confeccionar velas. En la lengua de Senegal se lo denomina ghariti y de él deriva el nombre que se le da en Francia al árbol y a la manteca vegetal que se obtiene de él, “karité”.

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