Echinopsis pachanoi

echinopsis pachanoi

Recibe el nombre de San Pedro, Echinopsis pachanoi o Trichocereus pachanoi, un miembro de la familia Cactaceae originario de Sudamérica, donde prospera en la zona montañosa entre los mil y tres mil metros de altitud. A diferencia de los demás cactus que son de lento crecimiento éste se eleva unos veinte centímetros cada año y se adapta a lugares con clima húmedo. Se lo utiliza muchas veces como cerco.

Lo podemos multiplicar mediante semillas en primavera (germinan un 30% aproximadamente en una o dos semanas) y también por esquejes (aguardar a que seque la parte cortada antes de ponerlos en tierra mezclada con arena en partes iguales), con ambos métodos es bueno mantener los tiestos o macetas a la sombra los primeros días. Durante el invierno de su primer año conviene ponerlos a resguardo de los fríos intensos y espaciarles el riego. En primavera y verano puede suministrársele abono líquido para cactus. Hay que protegerlo de las cochinillas algodonosas porque lo invaden con frecuencia.

Su porte es erecto y ramifica desde la base. Sobrepasa con amplitud los cinco metros de alto. Los tallos son verdes y cilíndricos; con varias costillas (de 5 a 14) que tienen areolas blancuzcas cada tanto con espinas oscuras (de 3 a 7), distribuidas irregularmente por su superficie, con el paso del tiempo las van perdiendo. Da hermosas flores nocturnas, grandes, blancas y aromadas que brotan casi en la punta de los tallos. El fruto comestible es de color verde, tiene forma oblonga y mide  seis centímetros de largo por tres de ancho.

En medicina no tradicional se le atribuyen múltiples propiedades, se dice que utilizado a manera de shampoo reduce la caspa y vuelve el cabello más dócil; para los dolores se coloca como parche o emplasto sobre la zona afectada y de la misma manera se procede para cicatrizar heridas, bajar inflamaciones y también la fiebre (colocándolo sobre la frente del enfermo).

En la parte superior de la planta es donde se halla más concentrado su principio activo, el alcaloide llamado  mezcalina, y con ella se prepara una bebida alucinógena de uso común entre las comunidades indígenas; se utiliza solamente el exterior verde pues la parte central que es blanca y carnosa no contiene esa sustancia. Se puede hervir de inmediato o bien dejar secar al sol, primeramente, el trozo de unos veinte centímetros de largo y entre ocho y diez centímetros de ancho. El conocimiento de la preparación exacta del brebaje y su modo de empleo está en poder de los “chamanes” (personas de conocimiento) que podrían ser como el equivalente a los “médicos-brujos” de otras tribus.

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