El Níspero europeo es un árbol de bajo porte originario del sudeste de Europa, responde al nombre científico de Mespilus germanica y es miembro de la familia Rosaceae. Mide entre tres y seis metros de alto, se lo cultiva por sus deliciosos frutos denominados “níspolas” y se lo suele emplear, además, como ornamental en los jardines. No alcanza la longevidad de otras especies, ya que su vida no va más allá de los cincuenta años.

Los ejemplares que se encuentran en estado silvestre presentan espinas. Su tronco es corto porque ramifica enseguida y, muchas veces, de manera intrincada, formando una amplia copa. Posee largas hojas de unos quince centímetros de longitud y forma elíptica que tienen los bordes serrados; la cara superior es de un color verde intenso mientras que la inferior es mucho más clara y presenta una fina pubescencia; su aspecto es rugoso y son ásperas al tacto.

Prefiere los climas templados con inviernos suaves, si las condiciones climáticas son favorables se comporta como perennifolio, pero si los meses fríos son rigurosos sus hojas amarillean para luego caer. Le agradan las ubicaciones a pleno sol y suelos más bien secos que húmedos, los encharcamientos del terreno pueden provocar que se pudran sus raíces.

Da hermosas flores de cinco pétalos blancos o de un tono rosa pálido con los cinco sépalos verdes del cáliz (que es persistente) alargados, sobresaliendo en alternancia con ellos; tras la fecundación se transforman en frutos globosos comestibles de sabor agridulce y piel anaranjada; éstos pueden consumirse frescos o luego de elaborar con ellos dulces y mermeladas.