El llamado comúnmente Sotol. o Sereque, es un fuerte arbusto perennifolio de crecimiento lento que responde al nombre científico de Dasylirion wheeleri; es originario de las zonas desérticas de América del Norte y forma parte de la familia Asparagaceae. Suele alcanzar un metro y medio de altura. Hoy en día se halla expandido por gran parte del planeta y se lo emplea como ornamental en parques y jardines, habiendo además grandes extensiones de cultivo.
Sus numerosas hojas rígidas, de aspecto coriáceo, largas y acintadas, crecen radialmente a partir del ápice troncal, lo que le da aspecto de esfera al conjunto; miden entre 30 y 90 centímetros de largo, poseen una coloración verde-grisácea y su borde está finamente serrado.
Las pequeñas flores que posee, de cerca de dos centímetros y medio de diámetro, se agrupan en una larga y estrecha inflorescencia (de alrededor de cinco metros de alto); las masculinas son blancas y las femeninas rosadas, mediante ellas descubrimos el sexo correspondiente a cada planta.
Los frutos son minúsculas cápsulas redondeadas u ovoides que nunca exceden el centímetro de longitud y contienen una sola semilla en su interior. Dentro de la medicina no tradicional se le confieren propiedades hipoglucémicas.
Los nativos americanos utilizaban los tallos florales para producir fuego friccionándolos entre ellos y también se fabrica con esta planta desde hace cientos de años, mediante destilación, la bebida alcohólica que lleva su mismo nombre, de sabor parecido al del tequila, que cuenta ya hasta con “denominación de origen”, lo cual implica un gran reconocimiento. Pero no se lo ha industrializado, su preparación sigue siendo prácticamente artesanal. Su alta graduación alcohólica no es tolerada por muchos paladares, por lo que para su comercialización se ofrecen variedades más suaves, almendradas o con sabor a café.