La erantis (Eranthis) es una planta herbácea perenne, de rizoma bulboso, que pertenece a la familia de las ranunculáceas. Es de origen asiático aunque actualmente se encuentra extendida por toda Europa. Suele crecer unos veinte centímetros de altura. Se caracteriza por tener flores de color amarillo brillante en forma de casco, que aparecen a finales de invierno o principios de la primavera y que tienen hasta ocho centímetros de diámetro.
Tolera bastante bien el frío y las heladas, e incluso la nieve aunque le gustan los ambientes soleados que le permiten crecer profusamente. Sin embargo, no viene mal proteger sus raíces con corteza o paja durante las heladas.
Le gustan los terrenos húmedos y fértiles aunque no toleran mal la sequía. Deben tener un drenaje óptimo para evitar la pudrición de los bulbos o tubérculos de la erantis. Es una planta de exterior aunque también se puede cultivar en maceta situándola en la terraza lejos de la calefacción.
Se puede abonar al plantar en otoño, y en primavera cuando termine la floración. Antes de plantarla en la tierra es conveniente tener el bulbo sumergido en agua, al menos un día, para estimular el crecimiento de las raíces.
La multiplicación de la planta se puede realizar mediante división de los bulbos a finales de verano.
Es una planta resistente que no suele tener demasiados problemas con plagas o enfermedades, sólo hay que vigilar el riego para evitar la pudrición de los tubérculos por hongos que acabarían por completo con la erantis.
La erantis es una planta venenosa.