El Espantalobos (Colutea arborescens), conocido comúnmente como “Garbancillo” o “Sonaja”, es un arbusto arborescente leguminoso perteneciente a la familia Leguminaceae, que mide entre 1 y 3 mt. de alto. Exhala aroma nauseabundo y tiene amargo sabor. Es originario del Mediterráneo. Se cultiva como ornamental.
Necesita suelos calcáreos y arenosos y se adapta bien a los rocosos. De preferencia ubicarlo en lugares con mucho sol, aunque no es muy exigente al respecto. Da flores amarillas, hermafroditas (con órganos reproductivos de ambos sexos), de poco más de 3 cm, algunas moteadas de rojo, que se reúnen en una inflorescencia racimosa; los sépalos verdes que las rodean están soldados entre sí. Son polinizadas por las abejas.
Se propaga de manera sencilla a través de sus semillas, éstas (similares a las lentejas) están contenidas en vainas de entre 5 y 8 cm. de largo (que una vez secas adquieren apariencia de papel), son tóxicas y provocan vómitos si se las ingiere. Del ruido que producen las vainas secas al chocarse entre sí cuando hay brisa es de donde deriva su nombre común, pues se supone que al escucharlo los lobos se alejan del lugar. Las partes más utilizadas de la planta son sus hojas (pinnadas, decíduas y compuestas), que contienen un aceite esencial; dentro de la medicina no convencional se usan como laxante, cumpliendo el mismo rol que las hojas del Sen; también tienen efecto diurético.
Su crecimiento está en el rango de moderado a rápido. Puede sembrarse en interior durante el invierno y en el exterior apenas pasado el peligro de heladas. Se usa para fijación de suelos en lugares donde hay mucha erosión pues posee un sistema radicular que se extiende por una gran zona; tiene una relación simbiótica con una bacteria que forma nódulos en las raicillas y fija el nitrógeno atmosférico. Es resistente a las plagas pero los caracoles y las babosas trepan por el tallo para comer las hojas y también las larvas de la lepidóptera “Coleophora colutella” pueden causar verdaderos estragos.