La Gerbera, también conocida como “Margarita africana” es una planta herbácea, vivaz, apta para el cultivo en macetas, pertenece a la familia de las Asteráceas, hay más de 50 especies (con numerosas subespecies) en estado salvaje distribuidas por Sudamérica, África y Asia tropical. La primera en ser descripta botánicamente fue, en 1889, la Gerbera jamesonii, una especie sudafricana también conocida como Transvaal Daisy o Barberton Daisy.

El diámetro varía entre 7 y 12 centímetros y aunque aparente ser una sola flor está formada por cientos de flósculos, los externos que son más grandes y forman la corola, llamados flósculos de rayo y los internos muy pequeños, flósculos de disco, que agrupados forman el centro de la misma. No son sensibles a la luz y por ello permanecen abiertas aún por la noche, esto las hace aptas para realizar arreglos florales y centros de mesa.

Las especies más comunes cultivadas en los jardines actualmente provienen de una cruza entre la Gerbera jamesonii y otra especie sudafricana, la Gerbera viridifolia, el resultado se conoce como Gerbera hybrida. Hay cientos de cultivos y todos se presentan con distintas formas, colores y tamaños, inclusive las hay con pétalos bitonales. Se dan bien por semilla o por división de las matas que son muy grandes.

Las gerberas se ubican dentro de las 5 especies más comerciales, luego de las rosas, los claveles, los crisantemos y los tulipanes. Las hay con muchísimas variaciones en su aspecto pero podríamos agruparlas en 4 principales:

* Flores Solas: Tienen pétalos que se no superponen (flósculos de rayo) con un centro verde (flósculos de disco).

* Flores dobles: Están formadas por una doble fila de pétalos superpuestos, con un ojo verde, negro, o de color rojo oscuro.

* Dobles crestadas: Tienen dos filas de pétalos que se superponen con una o varias filas interiores de pétalos más bajos y el ojo formado por los flósculos interiores en verde, negro o también rojo oscuro.

* Dobles crestadas llenas: Tienen las filas de pétalos superpuestas hasta el interior, donde van disminuyendo su tamaño hasta cubrir el ojo casi por completo.