La Begonia tuberosa

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La Begonia tuberosa, que responde al nombre científico de Begonia x tuberhybrida, es una planta herbácea vivaz de porte arbustivo, muy compacta y redondeada, que pertenece a la familia Begoniaceae. Tiene tallos finos y débiles por lo cual debe ser entutorada cuando comienza a florecer. Llega a medir medio metro de alto y posee hojas de forma redondeada y color verde muy oscuro.

En la primavera aparecen sus grandes flores con un diámetro de hasta doce centímetros y los suaves pétalos dispuestos como los de las rosas; los colores son variados, pueden ser blancas, amarillas, rosas, anaranjadas o rojas y las hay en tonos pastel o en tonos brillantes. A medida que se vayan secando hay que retirarlas para que la planta no pierda fuerzas y pueda volver a florecer.

Prefiere estar ubicada en el exterior de la casa y a media sombra en las regiones donde haya clima templado; hay que protegerla del sol fuerte porque la quema; lo ideal es tenerla dentro de la casa en un lugar luminoso. Hay que proporcionarle tierra con buen drenaje; durante el invierno, cuando la planta entra en reposo, los riegos deben disminuir o cesar, dependiendo de la humedad ambiente. No tolera el frío extremo.

Se reproduce mediante semillas aunque tarda dos semanas en germinar; a través de tubérculos (que son suculentos y aplanados), los cuales pueden dejarse en la tierra donde hibernarán o bien ser envueltos en papel de seda y colocarlos en algún lugar oscuro (o cubiertos con arena) hasta el arribo de la primavera; y también dan buen resultado los esquejes de ramas nuevas.

Suelen atacarla los pulgones, las cochinillas, la mosca blanca, los trips y los minadores de hojas, por ello es que hay que tener siempre preparada agua jabonosa para eliminarlos.

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