La conocida popularmente como Fruta estrella, o Carambola, nace de un arbusto tropical perennifolio denominado científicamente Averrhoa carambola que forma parte de la familia Oxalidaceae. Es originaria del sudeste asiático pero su cultivo se ha extendido a otras zonas tropicales del planeta. Mide entre tres y cinco metros de alto.
Sus hojas verdes, ovales y acuminadas miden entre ocho y quince centímetros del largo. Las hermosas flores rosadas de cinco pétalos, protegidas por sépalos rojizos, aparecen reunidas en inflorescencias axilares de tipo racimo de poca longitud, sostenidas por a su vez cortos pedúnculos de color rojo oscuro.
Los frutos son bayas carnosas ovales (vistas de frente) de color amarillo a anaranjado, con forma de estrella de cinco puntas viéndolas transversalmente, pues están provistas de cinco costillas muy pronunciadas (cuyo canto se oscurece al alcanzar la madurez). Miden entre diez y doce centímetros de largo por unos cinco o seis en su parte más ancha. La pulpa es jugosa, refrescante y de sabor ligeramente ácido, se la consume tanto cruda como cocida y no es necesario quitarle la piel antes de hacerlo. Se suelen preparar con ella batidos y jugos.
Aporta a nuestra dieta agua, fibra, vitaminas A y C, así como también minerales como potasio y fósforo, aunque no debe consumirse en grandes cantidades pues los cristales de oxalato de calcio que contiene afectan a los riñones, estando prohibida totalmente para aquellas personas que ya padezcan alguna enfermedad renal declarada. Se la multiplica a través de semillas o bien por injertos y acodos aéreos. Las heladas suelen afectarla, más aún a ejemplares jóvenes. Dentro de la medicina no tradicional se la emplea como laxante suave.