La Catalpa

La Catalpa, cuyo nombre científico es Catalpa bignonioides, es un árbol caducifolio que pertenece a la familia Bignoniaceae, originario de las regiones templadas de América del Norte. Puede alcanzar hasta veinticinco metros de altura y provee buena sombra dada la frondosidad de su copa, sirviendo por el mismo motivo de albergue para numerosas aves que se refugian en él. Se lo emplea como ornamental en parques y jardines de todo el mundo por su bella floración y por su buena resistencia a la polución admite vivir en las grandes ciudades.

El tronco es ancho, con un diámetro aproximado de un metro; produce buena madera pero es muy dura para realizar trabajos finos. Su corteza es marrón grisácea y bastante gruesa, está recubierta por largas lenticelas de bordes irregulares que se desprenden con facilidad. Posee grandes hojas con forma de corazón que tienen los pecíolos y la cara inferior pubescentes.

Sus hermosas flores acampanadas son hermafroditas; miden de dos a cuatro centímetros, suelen ser blancas (Catalpa speciosa, Catalpa bignonioides) o amarillentas (Catalpa oyata), con cinco pétalos de bordes fuertemente crenados, cuatro estambres, un ovario superior bilocular con numerosos óvulos y un estigma bilobulado; se reúnen en inflorescencias de tipo panícula.

Da largos y oscuros frutos dehiscentes, de entre veinte y cuarenta centímetros de longitud y un centímetro de ancho, son vainas semejantes a las legumbres; en su interior contienen varias semillas planas (sin endosperma) y aladas, lo cual es muy útil para que el viento las disperse. Necesita lugares con mucho sol y suelos húmedos.

Dentro de la medicina no tradicional se emplean la corteza y los frutos, no así las raíces porque son tóxicas; al parecer poseen propiedades febrífugas y se los utiliza en reemplazo de la quinina; en uso externo se dice que alivian el proceso de la conjuntivitis.

 

Dejar un comentario:

Tu email no será publicado.

Site Footer